Ayer por la mañana en ámbitos de la cámara Penal Nº3 comenzó el juicio contra Juan Carlos Barrionuevo, también conocido con el apodo de "Vitilo”, "Vitillo” o el "estafador de los sanguchitos”.
En esta ocasión, el acusado de dos hechos principales se abstuvo de declarar, por consejo de la defensora oficial Mariana Vera, y se dio paso a la declaración del coimputado en ambos hechos, el remisero Sergio Roberto Soria.
Éste último explicó al tribunal unipersonal de la jueza Patricia Olmi, que sólo acompañó a Barrionuevo en sus "andanzas”, aunque admitió que sabía que la intención de "Vitilo” era perpetrar un ardid para conseguir dinero.
Soria manifestó que en las dos ocasiones transportó a su compañero "por necesidad, porque no tenía dinero” y éste le habría prometido una retribución a cambio de sus servicios.
"Sabía a qué se dedicaba Vitilo y que era todo un chamuyo”, indicó.
Tras este testimonio, se solicitó que comparezcan los damnificados, por lo que el debate se reanudará el martes próximo; indicaron fuentes judiciales.

"Cuento del tío”

Según la acusación por la que Barrionuevo llega al banquillo, el 29 de junio de 2016 éste habría robado $1000 a un joven de apellido Vázquez, al que le aseguró que le vendería un repuesto para moto.
Presuntamente, al llegar al lugar acordado, sobre la ruta Nº38, en el cruce de El Bañado; el acusado tomó el dinero sin entregarle el artículo al damnificado.
Más tarde, en el bar "Tarzán”, ubicado en avenida Hipólito Yrigoyen, se habría hecho pasar por el primo del funcionario Martel para que el propietario del comercio le entregue $20.000 en mercadería.
En el caso de ser condenado en esta ocasión, Barrionuevo sería declarado reincidente por cuarta vez; siempre por hechos de estafa similares al que se debate por estos momentos.