Un pedido destinado a encender una importante discusión en el marco del Poder Judicial fue realizado por organizaciones no gubernamentales que buscan agilizar los procesos de trabajo en el marco de la Justicia.
El debate principal que ahora se pone sobre la mesa está relacionado con lo que algunas ONG denominan "vacaciones de privilegio”, apuntando de forma directa a uno de los principales beneficios con los que cuentan los trabajadores del Poder Judicial, tanto a nivel federal como local: el período de feria y las vacaciones de al menos el 80% de la plantilla de personal.
El planteo, según aducen medios nacionales, ya habría encontrado eco en oídos de las autoridades de Cambiemos a nivel nacional, que auspician el programa denominado "Justicia 2020”, una reformulación de las estructuras del poder a mediano plazo.
Ese proyecto para el Poder Judicial del futuro propone, entre diversas iniciativas, la revisión de la modalidad de la feria de 45 días: un mes en el verano y dos semanas más en el invierno.

ADC

Para uno de los representantes de la ONG Asociación por los Derechos Civiles (ADC), Torcuato Sozio, la extensión de la feria judicial y las vacaciones del personal resultan prácticamente inaceptables.
"Muy a pesar del equilibrio de poderes que consagra nuestra Constitución, la Justicia funciona como una camarilla de tradición vitalicia con salarios excesivos, exención de impuesto y unas privilegiadas vacaciones que no condicen con las condiciones de trabajo del resto de la administración pública”, asegura el representante en un texto de opinión divulgado por su ONG.
Según Sozio, la cuestión debe ser analizada "con seriedad y no con espíritu corporativo”; no se puede interrumpir el servicio de justicia y que sólo se mantenga para situaciones excepcionales. Se trata de una prestación que es demasiado importante como para tener ese beneficio. Después se tendrán que encontrar mecanismos alternativos, dado que el abogado y el juez también tienen derecho a tomarse vacaciones”, había asegurado el representante en una entrevista dada a fines de 2016.

Fores

Por otro lado, el denominado Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (Fores) retomó la problemática que aborda desde hace por lo menos diez años, intentando instalar la posibilidad de una modificación en esta estructura de feria y vacaciones que, según argumentan, se consolidó durante la última dictadura militar.
Un argumento recurrente para sostener la feria es el desgaste que genera el contacto con la conflictividad típica de los tribunales. "No hace falta explicar que el servicio de justicia es tan esencial como la salud y el transporte. A nadie se le ocurre que los hospitales o los aeropuertos paren durante un mes y medio cada año”, razonó Marcelo Gobbi, secretario del Comité Ejecutivo de Fores, en un artículo de opinión publicado la semana pasada.
Según los números de Fores, el sistema judicial funciona sólo 190 días al año si se descuentan feriados, asuetos y recesos.
Esta ONG calcula que la feria implica una interrupción del 18,36% de la labor anual del sector y que si a ello se suma que en el Poder Judicial se trabajan seis horas diarias (a veces con un equipo a la mañana y otro por la tarde), el resultado comparativo con otros ámbitos del Estado es de 132 jornadas (el sector privado trabaja 231 días).
La situación varía de provincia en provincia y de país en país. En Córdoba, por ejemplo, el Poder Judicial cumple 45 horas semanales de servicio, con posibilidad de extensión. En Estados Unidos y Bolivia no existe la feria de 45 días, o es de menor extensión. En los hechos, los magistrados argentinos suelen disponer, además, de enorme flexibilidad en lo que se refiere a la concurrencia a sus lugares de trabajo. No así los funcionarios de menor rango que deben hacer frente a obligaciones de terreno. Así las cosas, el debate sobre el funcionamiento del Poder Judicial está instalado una vez más.