En un debate abreviado que se llevó a cabo en la mañana de ayer en el Tribunal Oral Federal de la provincia, cuatro personas fueron condenadas por comercializar estupefacientes. Uno de los sentenciados expresó que sólo guardaba la droga en su casa porque le pagaban por hacerlo y no tenía dinero, pero pese a esto le dieron 4 años y medio de prisión efectiva.
En el juicio se ventilaron, por un lado, hechos ocurridos el 6 de octubre de 2014, cuando Hugo Eduardo Reynoso y Alfredo Ramón Tula fueron sorprendidos por la policía en un domicilio de la zona Norte de la ciudad, precisamente en el barrio Virgen Niña, con  tres  kilos de cocaína en su poder.
En este caso, ambos imputados se pronunciaron culpables del delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.

Cocina de cocaína

Por otra parte, en el debate también se habló sobre los hechos ocurridos el 28 abril de 2016, en el barrio 96 viviendas Sur, cuando se llevó a cabo un operativo por parte de efectivos de Drogas Peligrosas en el que Reynoso, acompañado en este caso por Blanca Azucena Lavelli, fue encontrado en una cocina de cocaína. Es decir, ellos mismos manufacturaban la sustancia prohibida de manera casera en el lugar.

1 kilo de marihuana

En ese mismo operativo fue detenido Ramón Antonio Aranda, quien explicó que en realidad, en ese momento se encontraba en una situación precaria y por este motivo guardaba en su domicilio marihuana (hallaron allí 1 kilogramo de la sustancia).
De acuerdo a lo expresado por el hombre, le pagaban $1500 por día para mantener oculta la droga.
Los miembros del Tribunal Oral Federal, presidido por el juez Juan Carlos Reynaga, encontraron culpables a los acusados y condenaron a Reynoso a  5 años de prisión efectiva, a Lavelli a la misma pena; a Aranda 6 meses de cárcel y Tula recibió una condena en suspenso de tres años.
Como todos los encausados admitieron su responsabilidad, se prescindió de testimonios.