René Santiago Córdoba, un interno del hogar de ancianos Fray Mamerto Esquiú oriundo de Salta, murió a sus 82 años luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio.

Personal de enfermería que se encargaba de él descubrió que traía encima una suma de dinero que superaba los 108.000 pesos.

El dinero sería producto de ahorros de su pensión y utilizaba un bolso y sus prendas de vestir para ocultarlo.

Tanto fue el tiempo que atesoró los billetes, que entre ellos se encontraron Lecop y bonos de Catamarca y Córdoba.

El hecho fue confirmado a la prensa por el director del Hogar de Ancianos, Sergio Oyola. En declaraciones radiales, manifestó que Córdoba era “una persona particular, por ahí no aceptaba mucho las normas establecidas de convivencia”.

“Lo particular fue que cuando falleció, personal de enfermería advirtió que tenía dentro de sus pertenencias la suma de dinero distribuidas dentro de los bolsillos de sus camisas, de una campera y de sus pantalones. Él andaba siempre con sus bolsos a cuestas, pero nunca supimos qué era lo que guardaba hasta producido el desenlace”, explicó Oyola.

El anciano percibía un ingreso mensual de 7 mil pesos y en la institución no tenía gastos, ya que su alojamiento y su comida estaba cubierta.

Se encontraron muchos billetes húmedos y con moho, además de otros de poco valor que no se pudieron contabilizar con éxito.

El hallazgo fue una complicación para el personal. “Pusimos el hecho en conocimiento de inmediato, sobre todo por esta particularidad, ya que se podían hacer muchas interpretaciones y no está en mí que eso ocurra”, indicó Oyola.

Una abogada de la subsecretaría de Familia, dependiente del ministerio de Desarrollo Social, los asesoró sobre los pasos a seguir. Se labró un acta con los presentes y se dejó registro del dinero encontrado.

Oyola explicó que el hombre estaba allí desde hacía unos doce años, pero que desde que él dirige el lugar-desde hace seis- nunca vio que lo fueran a visitar.

El dinero podría llegar a ser utilizado en la propia institución, en caso de no ser reclamado por un familiar.