Sonia Brizuela, quien permaneciera en coma los últimos tres años y medio, dejó de existir ayer a las 13.20 por un shock cardíaco en un centro médico de Córdoba, donde desde hace más de dos años su familia la tenía internada.
La joven fue víctima de un arrebato cuando circulaba por Villa Parque Chacabuco el 12 de abril de 2014, momento en que fue empujada de la bicicleta en la que se trasladaba, golpeando su cabeza contra el cordón de la vereda.
La investigación, a cargo del fiscal Víctor Figueroa, nunca arribó a resultados positivos y no hubo ni detenidos ni sospechosos del feroz ataque. La licenciada en Trabajo Social regresaba a su hogar luego de brindar una clase de equinoterapia a niños con discapacidad, cuando su vida fue truncada en un solo instante, y con el objetivo de robarle sus pertenencias, pero en ese momento llevaba consigo sólo $22.
Luego de pasar por varias intervenciones quirúrgicas, se decidió su traslado a la vecina provincia, desde donde anoche estaba siendo trasladada a Catamarca para darle sepultura.
“Queremos agradecer al vicegobernador Marcelo Cordero Varela y al secretario de Seguridad, Marcos Denett, que colaboraron con nosotros y nos asesoraron con los trámites del traslado”, expresaron. 

“Sin flores”

Familiares y amigos de la joven trabajadora social solicitaron a quienes asistan al velatorio La Gruta, ubicado en San Martín, donde se velarán sus restos, que “no lleven flores, coronas u ornamentos de ese tipo, sino que traigan alimentos no perecederos y elementos para ayudar a quienes más lo necesiten”.
Según explicaron, la intención de la familia es que en el mismo lugar en donde se le dé el último adiós a Sonia, llevar a cabo una colecta que estará destinada a niños de escasos recursos del barrio Las Vías.
“Allí, Sonia hizo toda su práctica y también puso todo su corazón. Sabemos que es lo que ella desearía”, manifestaron sus familiares.