El pedido de ayuda de un niño de 13 años a efectivos policiales que lo encontraron en horas de la noche del miércoles deambulando por el centro de la Capital generó conmoción y activó el protocolo de protección y resguardo que se brinda en este tipo de casos por parte de la dirección de Infancia y Adolescencia.

Fuentes policiales dieron a conocer ayer que a las 21 del día mencionado personal de la comisaría Primera que realizaba recorridos de prevención en la zona céntrica encontró al chico de 13 años en la intersección de Rivadavia y República.

Al consultarle al menor de edad qué se encontraba haciendo solo en la calle a esa hora, éste les contestó entre lágrimas que se había ido de su casa y tenía temor de regresar porque su padre lo golpeaba.

Presuntamente, una escena violenta había acontecido justamente ese día y por ese motivo el preadolescente decidió retirarse del inmueble.

Teniendo en cuenta la delicada situación, la Policía decidió poner al niño a disposición de la dirección dependiente del ministerio de Desarrollo Social, desde donde se indicaron las medidas a seguir.

Asistencia

En diálogo con El Esquiú.com, desde la dirección de Infancia y Adolescencia se dio a conocer que por la situación del pequeño se decidió activar un protocolo de acciones que tiende al resguardo y protección del menor de edad.

Esto no solamente se hizo en este caso, sino que se efectúa en todo caso similar en el que la integridad física de un niño pueda estar en peligro.

Según detalló Viviana Monroy, la directora del área que por estos momentos se encuentra a cargo del niño, “lo primero que hacemos es escucharlo. Se busca a la familia y se evalúa lo sucedido. En este caso, al igual que en otro similares, se entrevista con una psicóloga que realizará una evaluación de su estado y buscamos a los familiares cercanos que le puedan brindar contención, quizás un tío, una tía o una madrina. También dialogamos con los familiares del chico, ya que puede haber personas que estén al tanto de la situación de maltrato”.

En este sentido, Monroy especificó que “nuestro trabajo es en función de que el niño regrese a su centro de vida, pero que no esté expuesto a situaciones violentas. Siempre que se da este tipo de circunstancias en que hay violencia o abuso también hacemos posteriormente un seguimiento”.

A su vez, la funcionaria indicó que en el último de los casos, el niño sería alojado en una institución del Estado hasta que estén dadas las condiciones para su regreso al hogar.

Asimismo, aclaró que en el caso de que se detecte que efectivamente el menor de edad sufrió instancias de abuso, ya sea físico o sexual, la Dirección tiene la obligación de dar aviso a las autoridades judiciales para que tomen cartas en el asunto, lo que podría dar inicio a una causa penal en contra del progenitor presuntamente agresor.