Introducían la droga desde Tucumán

Así operaba la banda narco liderada por el abogado

El letrado Pablo Aníbal Rivera (45), supuesto líder, viajaba asiduamente a la vecina provincia para abastecerse.
sábado, 21 de abril de 2018 00:00
sábado, 21 de abril de 2018 00:00

Drogas de máxima pureza, garantías de impunidad a sus cómplices, redes “vip” de clientes, comercialización a menores en edad escolar y en boliches del Alto Fariñango son algunos de los elementos que envuelven el operativo antinarcóticos efectuado anteayer y que tienen como principal sospechoso al abogado Pablo Aníbal Rivera (45) . 
Fuentes judiciales ligadas a la investigación señalaron que el procedimiento fue todo un éxito en virtud no solo de sus características cuantitativas sino también cualitativas, teniendo en cuenta que la banda fue totalmente desarticulada. 
El Esquiú.com pudo conocer detalles que tejen la trama del narcoabogado, quien además se desempeñaba en un cargo en el ministerio de Educación de la Provincia, según las mismas fuentes. 
Rivera, supuesto líder de la banda narco, viajaba presuntamente dos veces por semana a la vecina provincia y se abastecía de cantidades discretas de cocaína y marihuana, siempre que se pudieran ocultar en algún lugar del habitáculo de su vehículo, una camioneta marca Fiat Strada. 
Los investigadores pudieron establecer su modus operandi y montaron el operativo en el que se lo detuvo en la ruta nacional Nº 38 en La Merced (Paclín). La cocaína, de acuerdo a lo que se pudo conocer del procedimiento, estaba oculta en el interior de un doble fondo de un portaobjetos ubicado en la parte central del habitáculo. 
Por disposición del juez federal Miguel Ángel Contreras, se procedió a requisar el vehículo la tarde-noche del miércoles y, gracias a los canes detectores de narcóticos, se logró encontrar la sustancia.
Paralelamente, tal como lo anticipó este diario, en Colón y Güemes Oeste se detuvo a Gastón Ezequiel Tassart (20), mano derecha de Rivera, que además era la cara visible de la empresa narcocriminal, según señalaron las fuentes. 
Al momento de este procedimiento el joven, apodado “El Oreja”, habría estado realizando el delivery de la sustancia.
Cabe mencionar que, de acuerdo a la información que maneja este diario, ni Fernando Hernán Burgos (21) ni Gabriel Horacio Varela Cano (19) -ambos distribuidores- conocían a Rivera, sino que operaban por intermedio de Tassart en una especie de escalafón narco, y cada vez que este último hacía referencia a su superior lo llamaba “el patrón”. 
Supuestamente, la droga era introducida al mercado local desde la vecina provincia para luego ser comercializada en estado “puro”, de ahí la denominación “vip”, ya que al no ser “estirada” -como se llama a la sustancia con agregados químicos o pastillas para que se duplique la cantidad-, el precio no era el mismo que el de las drogas “cortadas”. Por ende, los consumidores eran selectos.
Los ámbitos de actuación de la banda incluían a menores en edad escolar, ya que si se tiene en cuenta el rango de edad de los involucrados, era fácil su introducción sin levantar sospechas, explicaron las fuentes a este diario. 
Las fuentes también señalaron que, por consiguiente, durante los fines de semana el objetivo eran los boliches de la zona del Alto Fariñango, adonde concurre gran cantidad de jóvenes en ese rango etario. Manejaban así también algunos kioscos o dealers que compraban la sustancia para estirarla y luego continuar con la cadena de comercialización, remarcaron.
A raíz de todo esto, Rivera enfrentaría cargos por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada por el número de personas involucradas.

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