Según una información publicada por el matutino porteño La Nación, el gobierno nacional está presionando a las provincias para que no sumen más empleados.

En su plan para reordenar el gasto público, el gobierno nacional pretende que los gobernadores repitan la decisión de congelar la contratación de trabajadores en el Estado.

Entre 2003 y 2015, según el análisis de la consultora Economía & Regiones (E&R), las provincias incrementaron sus plantillas en un promedio de 53%. Sin embargo, en ese período hay jurisdicciones en las que el empleo público aumentó por muy encima; es el caso de Tierra del Fuego (108%), Chaco (92%), Catamarca (88%), Salta (84%) y Santa Cruz (80 por ciento).

Hace una semana se prohibió a los organismos que integran el Poder Ejecutivo Nacional sumar personal al que tenían hasta el cierre de 2016. Quedaron excluidas las empresas del Estado, las Fuerzas Armadas, las universidades, el Congreso y la Justicia. "Tampoco se incluyó a las provincias porque tienen autonomía para estas decisiones, pero el objetivo es lograr un consenso y conseguir que todos trabajemos en la misma sintonía para una mejor administración de los fondos públicos", agregó el funcionario del Ministerio del Interior.

Desde los ministerios de Hacienda y Finanzas -ambos involucrados en las reformas que se intentará poner en marcha este año- advierten que los números del empleo público estarán entre los monitoreados para evaluar la performance fiscal de las provincias.