En la edición de ayer de El Esquiú.com se dio a conocer la situación de 22 obreros de la fábrica Babero SA, que funciona en la localidad de Recreo, en el departamento La Paz.

Los empleados se dieron con la novedad de que la fábrica cerraría sus puertas, dejándolos sin su fuente de trabajo. 

Ante esta situación, Juan Romero, gerente de la fábrica,  puntualizó: “Necesitamos soluciones. Los dueños quieren seguir trabajando, seguir apostando”.

Seguidamente, Romero destacó que para los propietarios de la empresa hubiese sido más fácil cerrar las puertas, pero “no tienen las intenciones de hacerlo”.

Asimismo, el gerente puntualizó: “Estamos prestos a escuchar todo tipo de propuestas, que puedan ser concretas y beneficiosas para todos”.

Entre las posibilidades que se manejan para evitar el cierre de la fábrica, Romero explicó que se “busca la reconversión”.

Por ello, gente del Instituto Nación de Tecnología Industrial (INTI) estuvo visitando la fábrica, pero las maquinas son “exclusivamente para  hacer secarropas, y no se las puede convertir o anexarlas para hacer otro tipo de productos”. 

“Se buscan otras alternativas, hay ofrecimientos, pero nada concreto”, dijo Romero, aunque recordó que el año pasado hubo propuestas del gobierno provincial y por parte del intendente de Recreo. No obstante, aseguró que “se ha recibido ayuda de la Provincia”.

“Pero necesitamos algo más y que todos analicemos qué podemos llegar a producir. Tenemos que innovar en algo que podamos vender con seguridad”. 

“Ojalá que encontremos una pronta solución, que podemos estar a pleno en la producción y que todo sea satisfactorio para todos, tanto para los empleados como para los dueños”, remarcó Romero. 

En cuanto a la situación actual de los empleados, el gerente de Barbero manifestó que se están ofreciendo retiros voluntarios al 100 por ciento y en cuotas, porque “no se puede asumir el compromiso de dar equis dinero y después poder cumplir, no saben si van a poder cumplir con los sueldos y eso es lo que más les preocupa (a los dueños)”. 

Romero dio cuenta de que la empresa, para pagar sueldos, cargas sociales y demás -por los  22 empleados-, “necesita 1.000.000 de pesos mensuales”.

“Las puertas de la fábrica están abiertas. Las personas que quieran ver y constatar lo que decimos pueden llegarse, ya sea autoridades provinciales o locales; van a ver la realidad que estamos viviendo”, concluyó el gerente de la empresa en contacto con radio Valle Viejo.