El conflicto judicial por el Coloso de la Loma retomó su punto de partida. Sucede que la denuncia por daños y perjuicios presentada por Fiscalía de Estado -a cargo de Carlos Bertorello-  contra la empresa que construyó el Estadio Bicentenario, es decir, Capdevila Empresa Constructora, pasó a manos de la Corte de Justicia pero el máximo tribunal se declaró incompetente y lo remitió nuevamente al juzgado Civil. 

Todo se remonta al año pasado, cuando la titular del Juzgado Civil de Tercera Nominación eleva las actuaciones a la Corte. En la demanda, Fiscalía de Estado inició la Acción de Daños y Perjuicios, puesto que tras el informe de la UNT por los “daños estructurales” en el Coloso de la Loma, se  persigue el pago de $39.977.547 “y/o lo que en más o menos resulte de la prueba a rendirse, más intereses, actualizaciones conforme a índices de la construcción, gastos y costas”.

La elevación a la Corte surgió por cuanto el máximo tribunal tiene competencia para resolver las causas contecioso administrativas tal cual lo señala la Constitución Provincial.

Sin embargo, y según esgrimieron los cortesanos “el objeto de la demanda contiene como pretensión una acción de daños y perjuicios regida por normas contempladas en el Código Civil y Comercial” y que a la vez “no persigue o solicita la revisión o anulación de acto administrativo alguno”. Por lo tanto, sin perjuicio del carácter eminentemente administrativo de la relación entre las partes “el objeto de la demanda debe encuadrarse dentro del plexo normativo del Derecho Civil y Comercial y no del Derecho Administrativo”.