Es una persona conocida y reconocida en Catamarca. No nació en nuestra provincia, pero es entrañablemente catamarqueño, por su amor a nuestra tierra y por sus abundantes frutos que enriquecieron notablemente nuestro patrimonio cultural.
Enseñó en el viejo Instituto Nacional del Profesorado y fue uno de los primeros docentes de la Universidad Nacional de Catamarca. Entre quienes fueron sus alumnos -y lo reconocen como al gran maestro- encontramos hoy a muchos profesionales de prestigio académico.
Hasta mediados del siglo XX la realidad presente y pasada del país era contada desde Buenos Aires.
Él formó parte de esa pléyade de estudiosos que escudriñaron documentos, reunieron datos y comenzaron a escribir la historia, contada desde el interior profundo de la nación argentina, más específicamente de la región Noroeste.
Sus inagotables conocimientos y su compromiso con la investigación histórica, pusieron de relieve a los invisibilizados de la historia oficial.
No nos alcanzaría la noche para enumerar los títulos de su obra intelectual. Sólo diremos que es autor de libros como “Historia del Noroeste argentino”, “Historia de La Rioja”, “Historia de Catamarca”, “Las bases sociales de la montonera”, “La cultura del NOA”, “Esquiú, Apóstol y Ciudadano”, donde realiza una magistral revisión del Sermón que dio protagonismo nacional y trascendencia histórica al ilustre franciscano, entre otras muchas obras de gran significación para la historiografía nacional.
Consultado permanentemente, recorrió el país dando a conocer "El pensamiento político de Fray M. Esquiú", y es también un calificado y ferviente impulsor de la causa de beatificación del religioso piedrablanqueño.
Preside la Junta de Estudios Históricos; es profesor emérito de la Universidad Nacional de Catamarca; miembro de número de la Academia Nacional de la Historia desde 1986 y trabajó como investigador de carrera del CONICET. En 1997, por votación de sus pares, fue elegido miembro del Directorio de este organismo.
Hoy –con sus más de 80 años- es director académico de la Maestría en Historia Regional Argentina, en el marco de la facultad de Humanidades de la UNCa.
En cada conferencia, en cada entrevista, en toda ocasión, su recia personalidad, su imponente voz, apelan a la defensa de la identidad propia, para construir una versión más auténtica de la historia que vamos haciendo cada día.

- Por la riqueza de sus aportes a la historiografía local, regional y nacional que fortalecieron nuestra identidad.
- Por haber promovido el debate en Catamarca como ejercicio del pensamiento.
- Por su extraordinario legado intelectual para las generaciones venideras.

A la consolidación de una consistente carrera entregada con pasión a la historia

Lic. Armando Raúl Bazán