Ayer, el Concejo Deliberante aprobó la Ordenanza que prohíbe el uso y comercialización de pirotecnia sonora en la ciudad Capital.
La iniciativa, impulsada para dar fin a los daños que causan los estruendos en niños con patologías como autismo y otras similares; ancianos y animales, entrará en vigencia en las primeras semanas del año próximo. Esto obedece a los procesos administrativos que se deben respetar, la Ordenanza será enviada al Ejecutivo Municipal donde debe ser promulgada o vetada, y comenzar a regir treinta días después.
Por ello, la comercialización y uso de la pirotecnia con sonido podrá ser normal en las fiestas de fin de año.
El proyecto original, que proponía la prohibición total de la pirotecnia, fue modificado en comisión y se terminó restringiendo sólo  a la pirotecnia que produce estruendos.  
El proyecto generó polémica por las diferencias en las posiciones de los actores involucrados en la situación. De parte de los comerciantes del rubro, que manifestaban que se restringía su fuente de ingresos, al tiempo que los grupos proteccionistas de animales y las organizaciones y padres que trabajan por niños con autismo pedían la aprobación de la misma.
Liliana Barrionuevo, autora de la iniciativa, pidió la palabra y señaló que "el espíritu de presentar el proyecto no fue como decía un diario por la muerte de un perrito, sino que fue a solicitud de una mamá con un chico con autismo, de 13 años. Es así que el informe realizado por la licenciada María  Aguirre ha sido importante, en parte dice que "la sensibilidad auditiva de las personas con autismo las hace vulnerables a los estruendos, ya que sus oídos son muy sensibles a los ruidos fuertes. Esto los lleva a autolesionarse, gritar y llorar porque no entienden lo que sucede”.
También señaló que las personas con TEA escuchan e doble o triple de las personas que no padecen esta patología, a la vez que agradeció el apoyo de las asociaciones proteccionistas de animales que pedían la normativa para impedir los efectos de los estruendos en los animales.