Cuando este 2017 se acerca al final y sólo quedan un par de semanas para que termine el año, Catamarca acumula 130 muertes evitables y violentas desde enero a esta parte, lo que deja un alarmante promedio superior a un deceso violento cada tres días, índice elevado si se contempla la cantidad de habitantes.
Con 115 víctimas fatales del tránsito y 15 homicidios, los preocupantes promedios ascienden a 9 muertos en siniestros viales y 1,25 crímenes cada mes, aunque los números podrían incrementarse de aquí al 2018.
Las cifras equivalen, por ejemplo, a más de cuatro veces el saldo del atentado a la Embajada de Israel, hecho que perdura hasta hoy en la memoria como una tragedia nacional. Esto indica que los catamarqueños convivimos con una tragedia constante y silenciosa, que en el caso del tránsito no alcanza para revertir ciertas conductas.
Los últimos casos registrados fueron ayer, con la muerte del ciclista Argentino Quiroga en la Ruta 9, y la muerte de Yamil Mercado, quien falleció tras sufrir un violento ataque en Andalgalá.
Se trata de problemáticas muy distintas, pero consecuencias siempre trágicas para la comunidad.