Una importante reunión de cara a la protección de la zona de la Puna catamarqueña se realizó en el juzgado de Minas, donde el magistrado Guillermo Cerda recibió a la directora de Minería y a la reconocida investigadora María Eugenia Farías, microbióloga por la Universidad Nacional de Tucumán.
Farías y su equipo de investigación adquirieron renombre a nivel mundial luego de hallar en la Puna catamarqueña varios grupos de ecosistemas microbianos de una importancia vertebral para el conocimiento del origen de la vida en la Tierra, y el potencial desarrollo de biotecnologías sustentables en el futuro.
En el marco de la reunión, la investigadora expuso la necesidad clave de trabajar de manera mancomunada con las empresas que inician proyectos de extracción de litio en la Puna ya que, en el proceso, es vital custodiar los espacios donde se han desarrollado estos ecosistemas que se encuentran por primera vez en el planeta.
En diálogo con El Esquiú.com, Farías detalló el tenor de la entrevista con el juez de Minas.
"La reunión fue no para impedir la minería, sino para acompañar la minería y que sea algo sustentable y que no arrase con unos ecosistemas muy especiales que son los que estamos trabajando. Son ecosistemas microbianos que son los más antiguos del planeta, y son de hecho los que van a salvar el planeta si hay una extinción masiva. Son ecosistemas de microbialitos, estromatolitos, que son los que crearon oxígeno, los que crearon la capa de ozono, y ahora los encontramos vivos en la Puna, y en Catamarca están los sistemas más emblemáticos en el volcán Galán, en Pozo Bravo en Antofalla. El doctor Gómez, de Córdoba, los describió también en el salar de Laguna Negra, en los Seismiles”, explicó la investigadora.
Farías enfatizó que lo que se está pidiendo al juez de Minas -ya con un compromiso puesto- es que cualquier tipo de emprendimiento que se realice en la Puna de Catamarca incorpore a los sistemas microbianos en sus líneas de base.
En este sentido, citó el ejemplo de la empresa LIEX, que inició trabajos de exploración. El equipo de investigadores hizo una línea de base y ahora la empresa está comprometida con la preservación de estos espacios.
Estos ecosistemas, según detalló Farías sobre la investigación del Laboratorio de Investigaciones Microbiológicas de Lagunas Andinas, podrían ahora ser usados en la purificación del litio, la creación de biofertilizantes para flora en zonas desertificadas, y la captación del dióxido de carbono que pueda generar un emprendimiento minero, convirtiéndolo en oxígeno.
Farías y su equipo trabajan en conjunto también con el Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (CIDCA).
"Aquí hablamos de un sistema que no es un flamenco, no es un árbol, no es una planta; es un microbio que no es fácil de ver, no es fácil de interpretar, nosotros lo estamos describiendo por primera vez. Entonces lo que no queremos es que por ignorancia se les pase una topadora por encima. Entonces cualquier emprendimiento minero en la zona de la Puna de Catamarca, especialmente asociado a salares, a volcanes o a humedales, debe tener en su línea base”, subrayó Farías.