No caben dudas: es el problema a vencer. Es la batalla más difícil. Y todo parece indicar que la vamos perdiendo, pese a todos los esfuerzos que se hacen desde los organismos competentes, tal el caso puntual del área de Drogas Peligrosas de la Policía de la Provincia. Las drogas se multiplican como así también los adictos. Pero hay gente empeñada en cumplir con un servicio elemental: educar para prevenir sobre esta problemática. Fuimos en busca de Yamila Bulacios (oficial principal) y Sergio Nieva (sargento), en definitiva los protagonistas del Cara a cara de este domingo.
  -Una curiosidad: ¿por qué “Drogas peligrosas”? ¿Es que hay drogas que no son peligrosas?
  -Yamila: Es que depende de la forma que se consumen para determinar si son peligrosas o no. Y hasta podemos hablar del agua misma, aunque parezca increíble. Si alguien en un día termina tomando agua en exceso, también va a terminar siendo algo “peligroso” para la salud. No hay drogas mejores ni drogas peores, todo depende, insisto, de la forma que se las consumen.
  -Sergio: La Organización Mundial de la Salud es clara sobre el tema. Si uno toma el concepto de droga en el sentido lato, es toda sustancia que consumida provoca una alteración al sistema nervioso central, o una alteración al mismo cuerpo. Por eso, como decía mi compañera, el agua misma podría ser considerada una droga. Pero la OMS va un poquito másallá y dice que una droga es toda sustancia natural que nosotros ingerimos y en tal sentido la más conocida es la marihuana, pero también son drogas la cafeína, la mateína. Después están las drogas artificiales, que son las que crea el hombre y que a su vez son sintéticas y semisintéticas; estas últimas son las que extraemos de la naturaleza y a través de un proceso químico se convierten en drogas. Aquí, la más conocida es la cocaína, que se la extrae  de la hoja de coca. En cuanto a las sintéticas, son las que se realizan en laboratorios, que en definitiva son las que están causando más daños en nuestro país, porque tenemos todos los productos químicos para producir drogas. Entonces, tenemos que las drogas provocan una alteración al sistema nervioso central, cambiando la percepción, el juicio, el estado de ánimo, entre otras cosas. Y que en algunos casos puede llegar a lo que se determina como adicción, es decir la dependencia física de la droga. Volviendo al comienzo: “droga peligrosa” dependerá entonces de cómo alguien consuma esa droga hasta llegar a la alteración. Si un médico aconseja tomar una pastilla de 600 mg. cada ocho horas y alguien toma 800 mg. cada cuatro horas seguramente que le va a caer mal.
  -Es muy frecuente la utilización de ciertos medicamentos para satisfacer problemas de adicción.
  -Yamila: Justamente, días pasados, como parte de una capacitación dictada por especialistas de la Sedronar (Secretaría para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico), nos hablaban precisamente del cóctel de medicamentos que hacen hoy en día los jóvenes y que ni siquiera esos especialistas podían determinar qué les puede llegar a  pasar a las personas que consumen ese tipo de mezclas. No explicaban que hay quienes preparan bebidas alcohólicas –cualquiera sea- y las mezclan con pastillas que son depresoras como son los ansiolíticos y hasta con el mismo viagra. Incluso el éxtasis, que es una de las drogas sintéticas que más problemas está causando en la Argentina. Porque justamente los componentes de esta sustancia están siendo cambiados de manera permanente, desde su fabricación. Entonces, en ese listado de más de 6 mil sustancias prohibidas que tienen la Sedronar, siempre se producen los cambios que proponen los propios fabricantes, siempre van alterando sus componentes. 
  -De un tiempo a esta parte, muchos de los operativos que han tenido como protagonistas a efectivos del área Drogas Peligrosas, tuvieron un resultado positivo en nuestro medio. Pero, por mucho que hagan, siempre parece poco y queda la sensación que la droga va ganando la batalla.
  -Yamila: El problema del narcotráfico no es algo que atañe sólo a Catamarca, por supuesto; es un problema a nivel mundial este tema del narcotráfico. En la Argentina, el gran problema que tenemos –algo que muchos desconocen- es que nuestro país es uno de los principales fabricantes de precursores químicos y cuando hablamos de la “batalla contra el narcotráfico”, particularmente en lo que se refiere a las fuerzas de seguridad, siempre es como que vamos un paso atrás. Porque cuando actuamos nos encontramos con que nos está superando la situación y esto genera un estado natural de bronca. De cualquier manera, hoy por hoy, a nivel nacional, se está trabajando de una manera intensa en contra del narcotráfico y hubo muchos secuestros de drogas, algo que podemos ver a diario a través de los distintos medios de comunicación. No hay que desconocer también que el punto en cuestión en relación con el narcotráfico, es la cantidad de dinero que mueve a su alrededor…y lo que eso significa a la hora de la compra de voluntades.
  -¿Ustedes dan charlas más allá de los establecimientos escolares?
  -Sergio: Nuestro trabajo está focalizado en los distintos sectores de la sociedad. Vamos respondiendo a los pedidos que realizan las instituciones, por lo general escuelas de los ciclos primario y secundario; también lo hicimos en el ámbito terciario. No dejamos de lado a la hora de prestar nuestros servicios a las Organizaciones No Gubernamentales, clubes y otras entidades que buscan conocer información sobre la prevención de drogas. 
  -¿Esa actividad incluye también el interior de la provincia?
  -Yamila: Sí, absolutamente.
  -A la hora de una charla educativa en un colegio del ciclo primario, ¿qué es lo que más les interesa a los alumnos?
  -Sergio: Hay un conocimiento general de lo que son las drogas, hasta en los propios chicos. Por ejemplo, una vez fuimos a la localidad de El Peñón, en Antofagasta de la Sierra, un lugar donde tenían energía eléctrica solamente entre las 10 y las 18 horas. Lo primero que pensamos fue que al tener poca luz no tendrían mucho nivel de comunicación e información. Pero nos dimos con la sorpresa de que los chicos de la primaria tenían mucha información sobre el tema drogas. Pero aquí viene el nudo de la cuestión: la información no era precisa, no contaba con los detalles correspondientes. Los chicos saben de las drogas, pero no conocen sus efectos y el daño que pueden provocar. Además, y esto es muy importante, los niños se interesan y preguntan.
  -Yamila: Hay un aspecto a destacar en los niños: ellos lo cuentan todo. Y hay muchos chicos que conocen más de lo que nosotros creemos relacionado con el entorno familiar.
  -¿Consideran necesario que el tema droga debe ser tratado en las escuelas desde el jardín de infantes?
  -Yamila: De lo que estamos seguros es que los docentes deben ser capacitados en la temática de la droga. Porque lo nuestro es apenas un aporte, pero hace falta que el tema se incluya en la educación y que se lo haga en todos los niveles: nacional, provincial y municipal: debe entenderse que esto es una problemática que abarca a todo el país, sin distinción alguna. Sería muy bueno que desde la Nación se lanzara un programa de capacitación masiva para los docentes de toda la Argentina. No digo todos, pero debemos admitir que una gran parte de los docentes desconoce sobre el problema de las drogas; de allí es que nos parece importante la capacitación docente sobre el particular. En cuanto a la enseñanza desde el jardín de infantes, entiendo que así como les enseñamos valores y buenas costumbres a los chicos desde muy pequeñitos, también sería importante que esta problemática sea un ítem en la educación de la niñez.
  -Entendemos que no debe ser nada fácil incorporar el tema en la educación, incluso desde la niñez.
  -Sergio: Creo que hace más de cuatro años que se lanzó el famoso programa de contenido transversal, que apuntaba a cómo tratar específicamente  temas como drogas, sexualidad, bullying y otros. Y hasta el día de hoy no se lo puede aplicar porque es muy complejo, muy difícil. Surgen interrogantes de cómo lo va a tomar el alumno o los propios padres al tratamiento de cuestiones tan polémicas. Ademásestá la pregunta: ¿cómo, de qué manera lo continuamos al tema después, en la casa? Conozco de muchos colegios privados que tratan de fomentar en los chicos ese sentido de comunidad y de tomar conciencia de lo que estamos viviendo, pero también depende mucho de la vocación que tenga el docente, de dedicarle un tiempo, másallá de la materia curricular, a hablar sobre temas tan complicados buscando entender la personalidad del niño.
  -Yamila: En un reportaje  a un joven que hablaba sobre la educación, el protagonista decía que uno de los grandes problemas de la Argentina era la falta de educación de los maestros, de la falta de compromiso a enseñar. No caben dudas que han cambiado las normas de la relación maestro-alumno. Antes, deben recordarlo todos, el maestro tenía un principio de autoridad que se respetaba y no se discutía. Y la palabra del maestro tenía un valor extraordinario en el estudiante y los padres la apoyaban desde la casa, cosa que en muchos casos hoy no ocurre.
  -¿Cómo interpretan los episodios vividos en El Rodeo durante los días previos a la celebración del Día del Estudiante?
  -Yamila: Es fundamental la responsabilidad de los padres para evitar esos desbordes. Cuando suceden cosas de esta naturaleza siempre se trata de cargarle la culpa al Estado o a la escuela, dejando de lado una responsabilidad primaria que comienza en la casa y de la que los padres se deben hacer cargo. No es cuestión de echarle la culpa al otro. Como pilar fundamental de toda sociedad, la familia debe volver la mirada atrás y recuperar aquellos valores perdidos.
  -Sergio: Cuando vemos que hay niños que consumen drogas, estamos en presencia de muchos factores que influyen para ello. Una reconocida psicóloga que trata el tema adicciones, habla justamente de las familias disociadas y las tradicionales, más la pérdida de valores. Habla de cómo se ha perdido el respeto por los padres, el policía, el sacerdote y el maestro, por ejemplo. Han cambiado muchas cosas y con el tiempo se ha ido perdiendo el respeto por la autoridad de hasta los propios padres. Por estos días estamos asistiendo a la toma de colegios en Buenos Aires y hay padres que están de acuerdo y otros no. Me pareció interesante la opinión de un padre que sostuvo que respetaba que los chicos hagan valer sus derechos, pero disentía de la  forma en la que estaban haciendo. Y en medio de toda esa polémica, los estudiantes están perdiendo días de clase.
  -Días pasados, la noticia fue que una estudiante de 15 años vendía droga en la escuela. Surge de inmediato la pregunta: ¿quién le dio la droga a esa joven?
  -Yamila: Según una investigación por parte del personal de inteligencia de la dirección Drogas Peligrosas, por el tipo de sustancia que tenía esa chica en su poder, era la misma que tenían una banda que se desbarató durante un allanamiento posterior al hecho de la estudiante; también hubo coincidencia en que en ambos casos los protagonistas viven en el Norte de la Capital. Entonces, no se descarta que la droga que vendía la menor tuviera procedencia del grupo investigado y allanado.
  -No caben dudas de que el narcotraficante es el enemigo a vencer. Y parece imposible hacerlo.
  -Yamila: Y parece una batalla que no termina jamás. Ha crecido tanto el consumo de drogas que se ha convertido en la gran problemática social de la actualidad. Cuando hablamos de perjudicados por las adicciones, hoy por hoy no hay distingos sociales ni diferencias relacionadas con el poder adquisitivo. Aquí los perjudicados son todos: niños, jóvenes, mayores y sus respectivos entornos.
  -Sergio: No es casual que se utilice como “herramienta” de la droga a un menor. Porque quienes lo hacen saben mejor que nadie el grado de vulnerabilidad por la que atraviesan los niños en nuestra sociedad y se aprovechan de esa circunstancia. Además, en medio de todo esto se sabe que detrás de cada narcotraficante hay un gran negocio económico.
  -Un menor o cualquier persona que cae en la adicción, ¿da señales que pueden ser advertidas a tiempo y frenar el consumo?
  -Yamila: Siempre se dan señales. Y quienes llegan a darse cuenta, o tienen que darse cuenta, son los que conviven alrededor del adicto: los padres, los amigos, los compañeros de escuela. No se puedan conformar pensando solamente que los cambios de hábitos de un joven responden a la edad o a la rebeldía de la juventud. Hay que profundizar el análisis de por qué los cambios tan bruscos de una personalidad, de que algo más puedeestar pasando.
  -Sergio: No hay que dejar de lado el tema de las familias disociadas y la falta de tiempo que hoy se le dedica a los jóvenes por parte de los padres. Hay menos diálogo, diría casi nada de diálogo, porque cuando están juntos, cada uno está en lo suyo, sea pendientes de la televisión o de los teléfonos celulares. Y el tema para dialogar no debe pasar exclusivamente por la droga; la cuestión es que se ha perdido el diálogo sobre temas que hacen a la vida misma de las personas y de las familias.
  -Yamila: Queda claro que cuando hablamos de adicciones no nos referimos únicamente a las drogas, sino también a los medios tecnológicos. Y vamos a dejar de lado a los menores para ocuparnos de los adultos: salen dos matrimonios a cenar y son cuatro personas que tienen cada una un celular en la mano. Por supuesto: no existe el diálogo y menos la comunicación; brillan por su ausencia. Además, cabe preguntarse en estos casos: ¿qué es lo que se comparte? Estoy convencida de que los medios tecnológicos, como los teléfonos celulares, sirven fundamentalmente para acercarnos con los que están lejos; vaya paradoja: con los que están cerca, nos alejan totalmente.
  -Sergio: La síntesis perfecta es que estamos conectados pero no comunicados. 

Por Kelo Molas

“El marketing narco va ganando la batalla” Dr. Marcelo D’Alessio, en Clarín

 Con ese título, el Dr. Marcelo D’Alessio, especializado en lucha contra el narcotráfico, publicó días pasados un artículo en el diario Clarín. Lo que sigue es una síntesis del escrito: “En la lucha contra el narcotráfico estamos nadando atrás de un barco. Incautar camiones con marihuana o atacar centros de venta de paco es más que plausible, pero no es más que el 10 % del problema. Estas acciones no generan una disminución del consumo pero sí un aumento en su precio interno. El Gobierno, el Congreso y la sociedad civil deberían acompañar la lucha policial contra el narcotráfico con medidas complementarias. Combate policial sin campañas de magnitud, están provocando un aumento del precio de la cocaína que en combinación con el aumento de consumo es lo que para la economía sería la antesala de una hiperinflación. Entonces, el primer problema es el consumo que en Argentina se disparó en forma exponencial en los últimos seis años. El 24 % de los adolescentes argentinos ya probó marihuana, la antesala hacia las drogas más duras. Hay más de 400 mil adictos al paco que tienen que gastar hasta 18 mil pesos al mes y la sensación de quienes consumen éxtasis es que no se consideran adictos a las drogas. Así, el marketing de los narcos va ganando frente a la ausencia de las campañas comunicacionales de magnitud dirigidas –a través de la Sedronar- a nuestros chicos para limitar el consumo. La  Argentina casi ganó la lucha contra el cigarrillo. Luego de ocho años de campaña, quedó claro que el tabaco mata. Cada caja de cigarrillos muestra un feto atrofiado o una persona con cáncer en la boca. Mientras tanto, los chicos creen que el ‘cogollo’ o‘flores’ son naturales y no dañan la salud. El segundo problema es el descontrol de laboratorios y químicas que producen precursores y oxidantes para la producción de cocaína y drogas sintéticas que viene desde la mafia de los medicamentos del 2006. Estos químicos generan dos consecuencias: que se produzca cocaína en suelo local genera inexorablemente Paco y simultáneamente, hay una `balanza’ comercial donde somos los primeros exportadores de precursores a Bolivia, Perú y Colombia a cambio de la pasta base”.