La secretaría de Estado del Ambiente y Desarrollo Sustentable, que tiene como titular a Juan Rosales, participó de la última Asamblea de Pueblos Originarios del Norte de Belén, en donde se escucharon diferentes inquietudes, entre las cuales solicitaron mayor presencia policial para mejorar la custodia de los bienes naturales y culturales.
De la asamblea, que se desarrolló en la localidad de Laguna Blanca, participaron los caciques y otros representantes de las comunidades originarias de Laguna Blanca, Corral Blanco, Aguas Calientes, Carachi, Los Morteritos y Los Nacimientos de Hualfín.
En la oportunidad, representando a la Secretaría asistió el director provincial de Bosques Nativos, Enrique Fra y el jefe del departamento Áreas Naturales Protegidas, que depende de dicha Dirección, Matías Castillo, por tratarse de comunidades que mayoritariamente se desarrollan en el ámbito de la Reserva Provincial y de Biósfera de Laguna Blanca, donde la secretaría de Ambiente es la autoridad competente, a cargo de la Dirección mencionada.
En la reunión, a la que fue expresamente invitada la secretaría de Estado del Ambiente y Desarrollo Sustentable, también se compartió el espacio con la secretaría de Estado de Cultura, que fue representada por la directora de Antropología, Carolina Ale.
Ambas instituciones respondieron las inquietudes de las comunidades originarias y se acordó en conjunto solicitar una mayor presencia policial para mejorar la custodia de los bienes naturales y culturales de la región.
Los representantes de Ambiente además comentaron todo lo atinente al manejo de vicuñas silvestres, mediante la acciones de captura y esquila, acordando con todos los presentes que esta temática es una gran oportunidad para el desarrollo de las comunidades, para lo que es necesario terminar con la ilegal práctica de la caza furtiva, por lo que todos se comprometieron en aportar a este objetivo.
Este tipo de reuniones son una  gran oportunidad para llevar adelante propuestas exitosas de desarrollo sustentable de las comunidades, conservando la naturaleza y los bienes culturales existentes en la zona. Éste es uno de los objetivos prioritarios de las Reservas de Biósfera, como la de Laguna Blanca, que mantiene ese estatus desde su declaración por las Naciones Unidas, hace ya más de 35 años, como un ejemplo de desarrollo armónico de las poblaciones.