Entre valles y montañas, entre tardes frescas y veranos calurosos, entre la música y la danza, entre historias de abuelos y los mil paisajes de una tierra de profunda piedad religiosa, donde la Palabra y la vida sacramental se conjugan, salen a la luz estos hombres que hicieron de su vida un profundo ministerio, para alumbrar el camino de muchas generaciones. 

Con el Padre Creador, Señor de un mundo nuevo, dan testimonio a este bendito suelo que los vio transitar en sus vidas de entrega y servicio a imitar. Hoy las páginas de la historia, quiere rescatar a estos sacerdotes que, por su saber, por su virtud o por su actuación parlamentaria, han dado renombre al pueblo de Piedra Blanca.
 

Tres Obispos

Fray Mamerto de la A. Esquiú: nació el 11 de mayo de 1826 en Piedra Blanca; cursó sus estudios en el convento de San Francisco de Catamarca donde más tarde ejercería la docencia y la dirección de tan prestigiosa escuela. Se ordenó sacerdote en la provincia de San Juan el 18 de octubre de 1848. El Venerable Esquiú no fue sólo un sacerdote ejemplar, evangelizador, misionero u obispo; es un docente destacado, un reconocido intelectual y periodista y un gran legislador. Murió siendo obispo de Córdoba el 10 de enero de 1883 en el Suncho, departamento La Paz.

Mons. Mariano de Jesús Rizo Patrón: nació el 14 de octubre de 1811 en La Tercena; cursó sus estudios primarios en el convento de San Francisco de Catamarca y de Córdoba; se ordenó sacerdote el 10 de agosto de 1833, tomando el nombre de Buenaventura. Por sus relevantes condiciones se le asignaron cargos destacados en la Orden Franciscana Provincial, regente de estudios y visitador; fue docente en el convento de Córdoba. El papa Pío IX lo designó como obispo diocesano de Salta en 1861. En 1864 visitó Catamarca, que entonces formaba parte de esa diócesis y creó las parroquias de Capayán, 1866, Pomán, 1867 y La Paz en 1875. Murió el 13 de noviembre de 1884.

Mons. Luis Gabriel Segura y Cubas: nació en Piedra Blanca el 21 de agosto de 1803; estudió en el convento franciscano de Catamarca y después en la Universidad de Córdoba, ordenándose sacerdote en Tarija en 1828. Fue docente del Seminario Patriótico de La Merced,  legislador, gobernador delegado de la Provincia. Siendo vicario foráneo inició la construcción de la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle. El 21 de junio de 1859 fue designado por el papa Pío IX, como primer obispo de la Diócesis de Paraná, ciudad donde falleció el 13 de octubre de 1862.

Hombres de Dios y de la Patria

Pbro. Pedro Alejandrino Zenteno: nació en la Capilla del Rosario el 20 de enero de 1794; cursó sus estudios primarios en el Convento de San Francisco; sus estudios eclesiásticos los realizó en el Colegio Nuestra Señora de Montserrat de Córdoba. Fue ordenado sacerdote el 27 de marzo de 1818. Fue cura párroco de Piedra Blanca y ocupó importantes cargos públicos: diputado provincial, ministro de gobierno, gobernador interino de la Provincia de Catamarca y presidente de la Asamblea Constituyente que sancionó la primera Constitución Provincial en 1823. En 1853 fue designado representante de Catamarca en el Congreso General Constituyente de Santa Fe, donde tuvo una destacada actuación en defensa del culto católico apostólico romano. Fallece el 10 de octubre de 1853. 

Pbro. Victoriano Tolosa: nació en San Antonio el 12 de enero de 1817; realizó sus estudios en el convento franciscano catamarqueño. Se ordenó sacerdote el 14 de mayo de 1840 en Santiago de Chile. Fue cura de la parroquia del Rectoral, de Ancasti y de Piedra Blanca; profesor y rector del Colegio Seminario Patriótico Federal de Nuestra Señora de La Merced, fue gobernador interino de la provincia y diputado nacional donde realizó una gran tarea poniendo sus conocimientos y su voluntad tesonera al servicio de la patria. Falleció el 19 de noviembre de 1892 en su casa de El Hospicio, localidad de San Antonio.

Pbro. Ramón Rosa Vera: nació en Piedra Blanca el 16 de noviembre de 1804; hizo sus primeros estudios en la escuela de Polcos, Valle Viejo y sus estudios eclesiásticos en el convento de San Francisco de Catamarca. Se ordenó sacerdote el 3 de enero de 1830. Fue cura párroco de Piedra Blanca desde el 1 de noviembre de 1847 hasta el 26 de enero de 1874. Murió el 13 de junio de 1876. 
Fray Pedro Celestino Miranda: nació el 19 de marzo de 1853 en Pomancillo; estudió en el convento franciscano de Catamarca y fue ordenado sacerdote en Salta en 1878. Fue cura párroco, definidor de la Provincia Franciscana, guardián por varios periodos en Santiago del Estero, Corrientes y Paraguay. Falleció el 13 de octubre de 1919.

Fray Alfonso Gutiérrez: nació en Piedra Blanca en 1877; estudió en el convento franciscano de Catamarca donde se ordenó sacerdote en 1892. Fue guardián del Convento de Catamarca, vicario y procurador del convento de Corrientes donde falleció en 1947. 

Fray Antonio Aráoz: nació en Piedra Blanca en 1803, cursó sus estudios en el colegio de San Francisco de Catamarca donde se ordenó sacerdote en 1832. Fue Guardián del convento de Tucumán. Solicitó trasladarse al convento de Tarija donde permaneció hasta su muerte sucedida el 5 de julio de 1876. 

Fray Casimiro Andrade: nació en Pomancillo en 1854; estudió en el convento franciscano catamarqueño donde se ordenó sacerdote en 1888. Ejerció con eficiencia los numerosos cargos que la Orden franciscana le encomendó. Falleció en Catamarca el 16 de marzo de 1931. 
Fray Dimas Vicente Herrera: nació en Piedra Blanca en 1907; ejerció como sacristán en numerosas iglesias de Catamarca, Santiago del Estero y Mendoza. Sólo tuvo nueve años de vida religiosa. Falleció muy joven en el convento de Córdoba el 8 de agosto de 1938. 

Fray Saturnino Mamerto de Jesús Leiva: nació en Pomancillo el 21 de marzo de 1905; realizó sus estudios primarios en el colegio Padre Ramón de la Quintana. Inició su carrera sacerdotal en Catamarca ordenándose sacerdote el 19 de diciembre de 1931. Ejerció importantes cargos en nuestro país y en el extranjero. Falleció el 12 de agosto de 1993.  

Fray Francisco María Gordillo: nació en Piedra Blanca en 1908; siendo muy joven ingresó en el Convento San Carlos donde fue sacristán, portero y sastre. Falleció en el convento franciscano de Rosario el 11 de septiembre de 1971.  

Fray Pacífico Tula: nació en Piedra Blanca en 1861; realizó su carrera eclesiástica en el convento franciscano de Catamarca donde se ordenó sacerdote en 1891. Allí fue maestro de novicios y ecónomo conventual y donde falleció el 19 de septiembre de 1896.  

Fray José Domingo Carrizo: nació en San Antonio el 19 de marzo de 1874; estudió en el convento franciscano de Catamarca y de Santiago del Estero. Fue ordenado sacerdote en Buenos Aires en septiembre de 1906. Era un empedernido del estudio: ciencias sagradas, derecho canónigo y la sagrada liturgia llegando a ser todo un erudito, al que con frecuencia consultaban. Falleció el 24 de enero de 1953. 

Otros sacerdotes nacidos en estas tierras 

Durante el siglo XIX, nacieron en estas bendecidas tierras, José Mariano Sánchez de Loria, Nicolás Antonio Rivera, Francisco Antonio Molina, Gabriel María Delgado, Digno Pastor Maza, José Parmenión Ibáñez, Solano Damasceno Sánchez, Juan Agustín Miranda, José Bartolo Barrionuevo y los frailes José Ignacio Rizo, José Bartolomé Medina, Ramón Gil Barros, José Nicasio Salado. Ya en el siglo XX nacieron los sacerdotes Luis Amado Romero, Lucio Valentín Quiroga, Ramón Alberto Segura y los frailes Manuel Guillermo Tolosa y Ramón Garribia.  

Loable fue la vida y el transitar de cada uno de estos religiosos que dejaron sus huellas al andar, haciendo un apostolado y una siembra fecunda recogida entre su gente; ese pueblo peregrino que siempre los recordará pues cada uno de sus nombres se hicieron eco de dignidad.