En la previa, las apuestas favorecían ampliamente al local y los primeros minutos del encuentro así lo hacían presumir, ya que por medio de Carlos Quintero primero y  del “Rey David” después, UTA se puso 2 a 0.
Al margen de los golpes recibidos, “los divinos” empujaron a base de una férrea convicción de emparejar las cuentas; así fue que producto de una mano dentro del área del visitante, Juan Quiroga convirtió la pena máxima y quedaron a “1” del local.
Tiro libre sobre el lateral derecho del ataque de Juventud, “zapatazo” de Quiroga, la pelota se le coló por el poste izquierdo a Ahumada y el cotejo igualado en dos goles por lado.
Antes del 2 a 2 y profundizándose cuando llegó el 3º del visitante, el equipo de UTA se desdibujó, se cansó y se hartó en casi todos los sentidos y eso motivó una serie de desencuentros entre los propios jugadores que movió a uno de ellos a retirar su carné de jugador de la mesa de control, en un gesto descalificador.