Nada hacía presagiar durante el transcurso de la primera etapa que el encuentro cambiara el trámite anodino casi exasperante, ya que se intercambiaron el dominio de la pelota aunque no de espacios trascendentes que generaran peligro para alguna de las defensas.
Felipe Vega por un lado y César Barrionuevo por el otro, intentaron con inteligencia y habilidad progresar en el terreno, pero llegaban a un punto en que era necesario el pase a un compañero, y allí morían las esporádicas intentonas; así se arrimaron al descanso para barajar y dar de nuevo.
Así, en el complemento apareció la contundencia de “Felipe” por medio de un tiro libre, cuyo remate contó con la complicidad del golero Gustavo Agüero, que no pudo retener.
Después llegó Luis Ledesma para aumentar cifras en el marcador y quitarle ilusiones a Nino, que “aflojó” en sus líneas y a pesar del descuento de Gustavo Carreño no pudo torcer el rumbo del partido que llevó inexorablemente al triunfo de un equipo ya maduro en esta clase de lides.