Con 9 años se destaca en su lejana escuelita

Una niña que promete un venturoso futuro.
lunes, 23 de agosto de 2010 00:00
lunes, 23 de agosto de 2010 00:00

En el lejano poblado de Punta del Agua, al norte de Fiambalá, rodeados por los cordones de la Cordillera de San buenaventura, habita Dalma Yanina Caro, una niña de 9 años de edad que cursa el 5° grado de la Escuela N° 56 en la que asisten otros sesenta niños.

En una pequeña población donde la gente vive de la crianza de animales, la agricultura y muchas veces pueden vivir las diversas necesidades que les impiden contar con los recursos mínimos indispensables de vida. Un lugar en el que con mucha suerte llega un medico por semana, con problemáticas en la calidad del agua potable, energía eléctrica, rutas, transportes y comunicaciones. Allí vive esta pequeña niña que admira a quienes la conocen por su inteligencia atípica que sobresale entre sus compañeritos.

Dalma, la mayor de 5 hermanos hija de Yolanda (ama de casa) y Pascual Caro, empleado municipal, quien a su vez cría caprinos y realiza trabajos de albañilería. Nos cuenta que sus padres trabajan todo el día para poder darles con los gustos a ella y sus hermanitos, es por eso que quiere estudiar con todas sus ganas para ser abogada algún día y ayudar a toda su familia.

Próximamente la pequeña cumplirá sus 10 añitos, siente una gran atracción por el dibujo, la lectura, los deportes y la matemática. Es muy partícipe en actos o eventos que se realicen en la población. Sus maestros nos cuentan que cuando cursaba el tercer grado la capacidad de aprendizaje que ella posee estaba fuera de los parámetros normales de cualquier otro niño de su edad, luego pasó directamente a quinto grado y al parecer se repite la misma historia debido a su conducta intelectual y dedicación que demuestra.

La pequeña ocupa la mayor parte del tiempo en los recreos para leer o dibujar lo más perfecto y detallado posible. Sobresale en todas las asignaturas de la escuela y anhela tener una computadora algún día para conocer nuevas cosas e introducirse a la informática por la que siente un gran interés.

Esta historia de vida de una niña de tan corta edad nos hace despertar el interés y que desviemos la visión un poco hacia estas zonas donde el interés no está puesto todos los días y llevar el apoyo necesario para incentivar a los demás niños con capacidades similares, a desarrollarse y superarse para asegurarles a ellos, sus familias y sus pueblos un futuro venturoso.

Seria gratificante que a partir de esta nota, nuestros lectores a través de sus donativos puedan ayudar con material que les pueda servir a los niños para estudiar, ya que las necesidades son diversas al igual que las ganas de superarse.

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