En la década de los años 90, en nuestro país, aprobaron un paquete de leyes para la promoción minera, incluida la Ley de Protección Ambiental para la actividad Minera. También se crea el Consejo Federal de medio ambiente (Cofema). Con estas Leyes de promoción comienza la gran minería en nuestro país y a partir de entonces el control ambiental es crucial.

A nivel mundial, también comienza un movimiento espectacular para proteger el ambiente. El Gobierno Nacional y las provincias crearon instituciones y normativas en relación al cuidado del ambiente.

Las empresas mineras en su organigrama, tienen áreas específicas para el control ambiental.

La síntesis de la normativa legal y organización a nivel nacional, provincial y empresas se pueden considerar adecuadas y bastante completas, sin embargo, gran parte de la sociedad tiene la percepción de normativas y controles insuficientes para la actividad minera. Tal vez porque hasta la década de los años 90 la contaminación minera no tenía ningún tipo de control, contaminaban el agua, suelo y aire, pero a partir de dicha década, hubo un cambio total.

En la actualidad, la minería es una de las actividades que mejor cuida el ambiente y es la más controlada por las autoridades correspondientes. Sin embargo algunas personas desconocen o simulan desconocer el cambio rotundo en el cuidado del ambiente, o quizás, no hay suficiente información o tal vez porque, por ejemplo, a veces observamos quemas de gomas de vehículos en marchas sociales y no se observa el control que corresponde, o presencia de basurales en cercanías de algunas poblaciones. Es decir hay cuestiones que ponen en dudas de que todo está bien.

Si miramos con lupa seguramente encontramos algunas falencias, pero podemos hacer aportes como ciudadanos para mejorar el control.

Informes de Impacto Ambiental Minero están firmados por profesionales. Entre las exigencias del Decreto, los informes deben contener, trabajos mineros, geología, recursos hídricos, vegetación, fauna y arqueología.

Las empresas mineras deben colaborar, exigiendo un equipo de trabajo multidisciplinario a los que realizan los informes, y la autoridad competente no debe recibir los informes sin las firmas de los profesionales participantes. Esta opinión no es nueva, el problema es que no siempre se implementa. Por otra parte, es necesario mejorar la difusión y comunicación a la sociedad, de las actividades mineras y reglamentaciones. Tal vez, si mejoramos algunas cosas, logremos minimizar o eliminar la percepción negativa de la gente, respecto de la contaminación del Ambiente por actividad minera.