Correo de Lectores

Para que despertemos de nuestra clásica “dormidera”

sábado, 30 de octubre de 2010 00:00
sábado, 30 de octubre de 2010 00:00

El día miércoles de cada semana tiene para mí una carga emocional y de pensamiento muy acentuada y particular que, de descontado, me resulta altamente gozosa. Cosa o cuestión que una vez más pude comprobar el miércoles 20 de octubre, por la gracia de Dios Todopoderoso, de 2010.
Y fue la hora de horas, las 19:30, en la que la Junta de Estudios Históricos de Catamarca incorporaba a su seno al licenciado y escritor Raúl Edgardo Caro que -en nuestro renombrado “Salón Calchaquí”- nos iba a hablar de ese tema permanente que es la Provincia de Catamarca, nuestra muy querida ciudad y provincia; mirada enfocada, admirada y criticada, desde los ángulos proyectivos de “la política”, “la economía” y de su misma esencia “social”, como núcleo humano del noroeste argentino y sudamericano.
Don Raúl Edgardo, para mi ver, tiene la típica contextura humana del hombre de la montaña de Catamarca. Fuerte de físico y de mediana estatura; un hombre de trato agradable y de pocas palabras. Las precisas y necesarias y nada más. Con una mirada abarcativa que le viene muy hondo de su ser, más bien introspectivo que locuaz.
¡Y nos habló!... ¡Sí!, nos habló con cifras elocuentes y comparativas de décadas específicas de bienestar y crecimiento económico del siglo XIX en la República Argentina, en concreto de 1850 a 1880, y la consiguiente prevalencia de las políticas centralistas del Gobierno Nacional en detrimento de las provincias del NOA en particular, sobre todo a partir de las presidencias de Bartolomé Mitre y los presidentes que le sucedieron en el ejercicio de un poder hegemónico sin igual. Pero el disertante de la noche nos habló más que nada de la zozobra ciudadana y personal que le producían las cifras estadísticas de la pobreza y miseria que el pueblo sobrellevaba sin perspectiva alguna de superación social y política... en muchos aspectos hasta nuestros días, pues los gobiernos, en particular de Catamarca, vuelcan su atención en lo coyuntural inmediato, sin proyección alguna a programar líneas de acción para los próximos 20 ó 50 años, con sentido no tanto de gobierno partidistas, sino con visión grande de estadistas.
Nos habló también y con cifras elocuentes, del crecimiento demográfico, económico e industrial de China y la India, y de sus políticas expansivas y asentamientos capitalistas ya mismo en la República Argentina. Todo ello como un llamado de atención para que como pueblo y nación despertemos de nuestra clásica “dormidera” de dejar hacer y dejar pasar, y nos pongamos a tono para no dejarnos ganar “estúpidamente” la delantera del progreso y bienestar que nos merecemos.
Un verdadero “cuadro de situación” que el educador, el economista y el hombre de “visión y coraje” que vive y alienta en el estudioso y escritor don Raúl Eduardo Caro, nos trazó esa noche, si se puede decir, en dos versiones idénticas, con distinto ropaje. La una para los estudiosos y políticos, y la otra para el pueblo y los más pobres y sin trabajo alguno, en primer lugar para que tomen conciencia de su derecho a una vida digna y de provecho, y que hay que hacerse oír. ¡levantar la voz! y sobre todo ¡arremangarse y trabajar por lograrlo como sea!!!, que el triunfo acompaña a los audaces y valientes!!!


Luis Alberto Cárdenas
LE 3.426.135
Ciudadano

De El Esquiú.com
La incorporación del Lic. Raúl Caro a la Junta de Estudios Históricos es en sí un hecho que merece ser destacado.

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