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Ejemplar y tenaz búsqueda, por años, de Justicia en Catamarca

jueves, 7 de octubre de 2010 00:00
jueves, 7 de octubre de 2010 00:00

Sr. Director

El ciudadano e ingeniero civil don Oscar Carlos Niéderle, con su pesada carga de 88 años bien vividos sobre sus hombros, de tal suerte que se muestra lúcido y como siempre fuerte de espíritu, ha tenido el aprecio y gentileza, y por supuesto ¡enorme confianza!, de hacerme partícipe de su último y justificado alegato tribunalicio, en defensa de su honra y dignidad conculcados, y de bienes propios de su mayor acervo, de los que se le quería despojar con evidentes malas artes delictivas.
Semejante calvario de pesares, que tuvo que sobrellevar por largos años, lo llevaron a elaborar a modo de “respiro” un libro, dado a publicidad en el año 2007, con el título de “El Juicio que no fue”, y un subtítulo que expresa lo siguiente: “Fui asesinado civilmente por los tribunales de Catamarca”...
Alegato tribunalicio, digo, último de su firma y responsabilidad, formalizado con un escrito de ocho (8) páginas presentado la mañana del viernes 24 de septiembre de 2010 ante el Sr. Juez de Garantías Dr. José A. Carma, con una petición final de dos puntos, en los que solicita procesamiento, prisión y enjuiciamiento de auxiliares todos de la Justicia , que en cada caso se especifican por su nombre y apellido.
En la presentación judicial mencionada, cuya copia me hiciera llegar el Sr. Ingeniero Niéderle, insisto, en una muestra de enorme confianza y amistad, expresa textualmente: “Sr. Juez: Ya no tengo tiempo de esperar los “tiempos de la Justicia”. He pasado más de 40 de mis 88 años pendiente de una resolución judicial. ¡Esto no es Justicia!”... Finaliza diciendo “Quedo a la espera de su resolución. La Patria lo exige y lo necesita. Será justicia. Dios guarde a V.S.”, Firmado; Ing°.Civ. Oscar Carlos Niéderle. DNI:3.423.703.
Esta clamorosa petición de justicia, siempre dolorosa por donde se la mire, me llevó largamente a la figura prócer y santa, de evidencia suma, de Fray Mamerto Esquiú, que el 25 de Mayo de 1854, con motivo de la instalación del primer Gobernador constitucional de Catamarca (Don Pedro José Segura) decía en la Iglesia Matriz: “... la felicidad pública proviene de la justicia y de la virtud, la que es necesaria en todo hombre y la que pide el destino particular de cada ciudadano”...
Sólo me cabe agregar a modo de colofón, ¡que sea lo que deba ser!, de conformidad con el adagio latino; Dura lex, sed lex (Dura es la ley pero es la ley)... y ¡hay que doblegarse ante la misma!

Luis Alberto Cárdenas
Ciudadano

De El Esquiú.com
Una carta de apoyo que un ciudadano quiso brindar públicamente en favor de alguien que conoce y por el que aboga.

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