Sr Director

Le agradeceré publicar una inquietud relativa a la situación de Andalgalá. Recuerdo una enseñanza de mi madre: “Un hombre avaro se propuso, para evitar gastos, enseñarle a su burro a comer papeles. Al tiempo, cuando el burro aprendió a comer papeles, murió”. Enseñanza: Al burro debió enseñarle a tirar el arado y sembrar, y alimentarlo con pastos, bien ganado por su trabajo, y el burro gozaría de salud.
En Andalgalá, desde hace siete años se hizo moda por parte del gobierno municipal “capacitaciones y más capacitaciones” para poder vivir de un trabajo. Me pongo como ejemplo. Siendo desempleado como médico, buscaba otro medio de vida y a pesar de que tengo un abultado currículum vitae de estudios universitarios y de post grado, debí realizar numerosos cursos de capacitación, y aún sigo siendo un carenciado y desempleado.
En EE. UU., a los que disponen de muchos cursos y capacitaciones los denominan: Personas “paper” (papeles), que disponen de muchos papeles sin valores reales para ejercer. ¿Acaso los innumerables certificados de capacitaciones ayudan a comer o alimentar a los hijos? Sirven muchas veces para exhibirlos en una pared.
Desde hace siete años, una minoría ínfima tiene trabajo después de tantas capacitaciones.
En cursos de “emprendedores” conseguí crear un emprendimiento familiar innovador, con producción de cremas protectoras de la piel, con resultados exitosos en lesiones de pieles ulcerosas, en mineros expuestos a radiaciones solares peligrosas, ultravioletas, vientos, fríos y altura, como así también a personas alérgicas a productos químicos, sintéticos. Trabajadores del agro se beneficiaron en las lesiones de piel.
Presentados los casos de capacitaciones y de emprendedores, armamos y nos organizamos en cooperativas para ser futuros monotributistas o empresarios de servicios o de bienes de capital, y seguimos esperando de políticos, que nos “usan” demagógicamente en épocas eleccionarias con gran empeño. Luego viene la defraudación. No hay respuestas a las presentaciones de los proyectos de emprendimientos. “No hay recursos”, es la frecuente respuesta.
En Andalgalá debe haber por lo menos 5.000 carenciados económicos sin trabajo fijo o renta acorde al trabajo y en condiciones de indignidad.
Otro factor determinante para no ser escuchado o atendido es “la discriminación ideológica”. Si no pertenecés, mostrás presencia en las reuniones de uno de los partidos mayoritarios y gobernantes, no pidas nada. No te conocen ni te valoran.
Siempre se habla de Justicia Social y en la realidad se ejerce la injusticia social con mendacidades por siempre eternas en nuestros pueblos.
Jamás veremos el prometido desarrollo y crecimiento.
Desde que se desarrolla la minería, por ejemplo de Minera Alumbrera, sus ganancias fueron 11.000 millones de pesos, 6.000 para la empresa; de los 5.000, cerca de 3.000 para la Nación, de los 2.000 restantes 1.700 para las arcas de la provincia y el resto, 278 millones para los municipios. Para Andalgalá llegó, estimativamente, $100 millones. De éstos, ¿cuántos emprendimientos productivos reales existen, según prevé la Ley de Regalías Mineras?
Además de capacitaciones, ¿por qué no se hacen capacitaciones con emprendimientos simultáneos? Al burro no se lo debe “capacitar” para comer papeles. Con muchos papeles no se puede vivir. Se necesita trabajar y vivir del trabajo. Basta de tantas capacitaciones sin emprendimientos reales, sustentables en el tiempo, con fuertes inversiones y no con bendiciones monetarias como “consuelos de tontos”, mientras los $ 2.000.000.000 que entraron a la provincia ¿dónde están?.
De la minería conseguimos muchísimos recursos y seguimos siendo “muñecos lánguidos y flacos, con zapatos de oro”. No son las empresas mineras responsables de la pobreza de nuestros pueblos. Pusieron el capital de riesgo y sacan sus ganancias. Nuestros gobernantes son los verdaderos responsables de nuestra pobreza e indignidad.

Dr. Rodolfo Villagra
DNI 6.963.460