Nos aproximamos a unas de las fechas más bonitas y que con más cariño celebran las familias cristianas en todo el mundo, desde hace muchos años. Dentro de muy poco será Navidad, y luego en enero, tendremos la Epifanía, es decir lo que conocemos como “la llegada de los Tres Reyes Magos”.
No hay que olvidar que estas fechas sirven para alegrarnos por la llegada de Jesús a la tierra y en realidad es eso lo que celebramos, su nacimiento.
Los niños esperan con ansia estos días, mayormente porque la tradición dice que si han sido buenos, tanto el gordito del traje rojo, Santa Claus, como los Tres Reyes Magos, les dejarán muchos regalos.
Pensando en los niños, recordamos cuando en el pasado se nos preguntaba qué deseábamos ser cuando fuéramos “grandes”. La respuesta era casi siempre la misma, según fuese un niño o una niña, unos querían ser veterinarios, doctores, ingenieros, abogados, maestros, enfermeros, profesiones todas que eran muy respetadas y tanto mujeres como varones pensaban que valía la pena dedicarse a alguna de ellas en su mayoría de edad.
Hoy, como todo cambia, también han cambiado las aspiraciones infantiles, muchos quisieran ser como Nadal o Messi, como Michael Jackson o Lady Gaga, como Marcelo Tinelli o Susana Giménez. No está mal, todas son profesiones dignas, pero el común denominador de las que son escogidas por los niños hoy día es que todas estas personas son millonarias.
Sí, tal parece que ya nadie se conforma con ser una persona útil a la sociedad, vale más tener mucha platita, al menos ese es el mensaje que está recibiendo nuestra juventud. Tendríamos los mayores que replantearnos nuestra forma de educar a los pequeños. Como todos no pueden en la vida real llegar a ser millonarios, nos encontraríamos conque muchos terminarían desengañados y amargados. ¿Querremos esto para nuestros niños “cuando sean grandes”?

Elsa M. Rodríguez

De El Esquiú.com
Una importante reflexión de la lectora, con respecto a los valores que se inculca a niños y jóvenes en la actualidad.