Sr. Director

Debido a haber sufrido severa falta de aire y fiebre concurrí a la posta de la localidad de Las Juntas, Dpto. Ambato, para ser atendido por la guardia. Ya en dicho lugar debí esperar durante tres horas la llegada de la misma, la cual avisó telefónicamente que no asistiría por encontrarse enferma. Debido a esto me dirigí a la localidad de El Rodeo, donde fui asistido en el mini hospital, en el cual se me realizaron placas radiográficas y se me diagnosticó neumonía bilateral con severo bronco espasmo, indicándoseme antibióticos inyectables y nebulizaciones.
Me motiva a escribir esta carta la angustia que me provoca el sentirme discriminado por no poseer los medios económicos necesarios para tener obra social y/o descuentos en los medicamentos o insumos necesarios para tal dolencia. Hago esta aclaración debido a que debí solicitar se me prestara el nebulizador de la posta de Las Juntas, el cual me facilitó la enfermera López María del Valle, situación que consta en el cuaderno de novedades. Mi sorpresa fue cuando la doctora antes mencionada hace un llamado de atención por escrito a esta auxiliar aseverando que el mismo no se prestaba (ESTO NO ES ASÍ, YA QUE CUANDO LO SOLICITÉ SE ENCONTRABA PRESTADO) y además asegurando que yo podía comprarlo; yo le pregunto a esta doctora cómo conoce ella mi situación económica para emitir tal afirmación. Señora, usted llegó a esta localidad y este pueblo la recibió con toda la amabilidad que nos caracteriza, usted el día que yo fui a hacerme atender hizo avisar por teléfono que no concurriría por estar enferma, situación que después corroboré que no era cierta ya que luego de que yo me retiré usted se presentó a trabajar. Desconozco cuáles son las razones por las que no puedo gozar de los mismos beneficios que el resto de los pobladores, tampoco me quiso dar la medicación que se me indicó en El Rodeo por no haber sido prescripta por usted.
Hay muchas personas que sufren atropellos por ser carentes de recursos y que ven en la posta la única alternativa para sus dolencias, y en su persona no encontramos la vocación necesaria para llevar alivio a nuestros padecimientos. También son muchos los que no se animan a contarlo por miedo a sufrir represalias.
Espero sus superiores tomen conocimiento del caso para que el mismo no se vuelva a repetir.

César M. Erlichi
DNI 17.903.125