Correo de Lectores

Alfonsín, ejemplo de honestidad

martes, 3 de agosto de 2010 00:00
martes, 3 de agosto de 2010 00:00

Sr. Director

A más de un año de la desaparición del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín -ocurrida el martes 31 de marzo de 2009 y a sus 82 años- su legado, ejemplo de vida y militancia se encuentra más vivo que nunca. Hombre de ley, de palabra, un representante de la ética y la moral, que es y será ejemplo de democracia, de compromiso y participación. Como ciudadanos deberíamos poner en práctica diariamente lo que nos enseñó el padre de la democracia, tanto a militares como a ciudadanos, enriqueciendo el espíritu de civilidad.
Estas son las herramientas fundamentales para la defensa y fortalecimiento de la democracia, que bien puso en práctica el Dr. Alfonsín, durante toda su vida y siempre difundiéndolo a los jóvenes.
Nació un 12 de Marzo del año 1927, en la localidad de Chascomús, Buenos Aires. Desde 1946 estuvo afiliado a la UCR, y para 1950 se recibía de abogado en la UBA. Fue un militante de base; su vida estuvo al servicio de los demás, sin importar el color político, de pertenencia o ideología. Durante toda su vida fue un luchador por los Derechos Humanos, lo que demostró durante la última dictadura en la Argentina.
En 1983, por elección del pueblo, comenzó con la recuperación institucional de la Argentina, golpeada por ocho años de autoritarismo. Con el retorno de la democracia, juzgó a los responsables por los delitos de lesa humanidad. Latinoamérica y el mundo lo conocieron como un hombre de paz, admirado y respetado dentro y fuera del partido radical; concretó la unidad sudamericana, con la incorporación argentina al MERCOSUR, demostrando a todos que la Argentina en democracia, volvía a ser confiable y segura para todos aquellos que desearan invertir, trabajar o vivir en nuestro país.
El Dr. Alfonsín siempre invocó en sus discursos a la Constitución y a la democracia, levantando la bandera del pluralismo y la tolerancia. Así cumplió con el desafío, desde su primer gobierno, de fortalecer el sistema representativo. Con su fina retórica logró encaminar a todos los argentinos por el camino democrático, poniendo en práctica el consenso y la participación.
En su vida pública y privada se destacó por su austeridad. No realizó para sí ningún tipo de enriquecimiento, haciéndonos recordar a radicales como Hipolito Irigoyen y Amadeo Sabatini. Fue un hombre de principios y valores, de gestión clara y transparente.
Con los jóvenes llevó a cabo una verdadera tarea docente en la formación humana y política, brindando sus conocimientos y experiencia. Así, por medio del diálogo, fortaleció la ansiada democracia.
Ahora su historia es un ejemplo a seguir. El 10 de diciembre de 1983, en su primer mensaje ante el Congreso de la Nación, convocó a todos los argentinos a una tarea común para constituir la unión nacional y así construir la democracia: “Sin solidaridad, la democracia perderá sus verdaderos contenidos. Esta llama debe prender en el corazón de cada ciudadano, que debe sentirse llamado antes a los actos de amor que al ejercicio de los resentimientos”.
Estas citas nos muestran la fortaleza de un hombre por el mantenimiento y defensa de la democracia, su construcción diaria, en libertad y entre todos, en reflexión y con memoria. Para tener en cuenta y no olvidar, luego de doscientos años de la Gesta de Mayo, donde los ciudadanos y militantes, como lo dijo Alfonsín en su última aparición pública, debemos anhelar la unión de la UCR y la unión del país. Gracias Dr. Alfonsín por seguir enseñándonos el camino.

Roberto Sayes
Profesor de Historia
DNI 21.990.616
 

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