Evita, 58 años después

jueves, 5 de agosto de 2010 00:00
jueves, 5 de agosto de 2010 00:00

Sr. Director

Me dirijo a usted a lo s fines de solicitar quiera disponer de un espacio para la presente, mediante la cual quiero imaginar que le escribo a la abanderada de los humildes.
“Evita… escribo esta carta con el más profundo de los respetos, pensando que aún, a pesar de ser tan especial, reconozco que tu vida y el conocimiento que podamos llegar a tener de ella me servirán para guiarme en los complejos momentos en que, como peronista y como catamarqueño, me toca vivir hoy.
Tan sólo ese Dios del amor que tenemos sabe por qué te llamó al descanso tan joven, un año antes de que yo naciera (en 1953). No tuve el privilegio de verte, de conocerte. ¡Me hubiera gustado tanto mirar esos ojos tan llenos de la luz de Dios!!...Pero miro tus fotografías, leo y releo tu historia tan corta y tan inmensamente rica y me lleno de felicidad. Tú te adueñaste de mi corazón, como lo hiciste con millones de corazones, y pasaste a ser leyenda viviente y que dignifica, junto al gran General.
Evita, dentro de mi ilimitada ignorancia, me doy cuanta de que la historia del peronismo conforma una parte importante de la historia de mi país, y tú eres la parte importante del peronismo…porque ningún argentino, sin importar su inclinación política, podrá ignorarte, podrá olvidarte o podrá ser indiferente. Es que cada paso tuyo en defensa de los derechos de los que no los tenían fue impulsado por el combustible que sólo poseen los elegidos.
Pero vos asustaste ..porque fuiste excepcional y todo lo excepcional asusta. Con eso a cuestas pienso que hoy no tendrías lugar en este peronismo que carece de rumbo…que tiene miedo, que rifó los principios por los cuales vos diste tu vida…es que nada puede tener rumbo si no se tiene principios …por eso Dios te puso en el tiempo y en el momento en que Argentina, el General Perón y los que sufrían te necesitaban..Por eso hiciste lo que debías hacer, sin importar el costo.
Me gusta pensar lo feliz que hubiera sido de estrechar tu mano, y decirte que tu corta vida fue mi estímulo para entender que una vida con deber hace que la muerte te sea indiferente.
Quisiera emularte, quisiera poder ver lo que vos viste en los ojos de todos aquellos que se refugiaron en ti, y ver en los rostros de la gente más que ese dolor por la marginación, la pobreza o la desesperanza…me gustaría ver, como tú viste, no lo que eran, sino lo que podían llegar a ser. Me gustaría ser el bálsamo que fuiste, lo valiente que fuiste a pesar de ser tan mujer, y todo esto a pesar de que es muy difícil asumir tu conducta plenamente.
Me haces acordar siempre a ese patroncito joven que se enfrentó a un gigante…tan sólo con una honda. Vos te enfrentaste a toda una casta de oligarcas que hacía doler el corazón del desamparado. Al igual que ese pastor David, y con tan solo una honda, túpermitiste que a esa honda la manejara Dios y los venciste.¡Un abrazo, mi abanderada!”

Juan Carlos Arroyo
DNI Nº 10.733.043
“El Militante de la Bicicleta”
 

Respuesta

Arroyo dice lo suyo sobre una mujer que, por asociación con los más necesitados, marcó un hito en la historia argentina. Sobre esto, creemos, ya no hay margen para ninguna discusión.

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