Correo de Lectores

Un paseo en el cuartel

viernes, 6 de agosto de 2010 00:00
viernes, 6 de agosto de 2010 00:00

Sr. Director

Hace algún tiempo, pasaba con mis hijos por la Avenida Acosta Villafáñez, y al caminar frente al predio de la División Bomberos, al más chico le llamaron la atención los autobombas.
En ese momento nos acercamos hacia el tinglado donde están los bomberos, sólo para que ellos pudieran ver los vehículos de cerca, y entramos con la duda de que si nos veía alguien nos iban a echar del lugar.
Lo curioso fue que había varios bomberos trabajando, justo venían de hacer un rescate y parecían cansados. Entonces entre ellos se daban indicaciones para que nos recibieran, como si hubiéramos estado invitados.
Llevaron a los chicos a los camiones, los hicieron subir, les explicaron cómo funcionaban los equipos, todo el tiempo con una amabilidad y una predisposición excelente.
Nos fuimos del lugar muy sorprendidos, porque nos recibieron y nos trataron como si nos conocieran de toda la vida, cuando nosotros pensábamos que ni nos iban a dejar acercar.
Lamentablemente no conozco los nombres de los bomberos que nos atendieron, y pensaba hacer una carta de agradecimiento, pero los días fueron pasando.
Ahora aprovecho la posibilidad que me da este medio para agradecer el gesto, que a muchos les podrá parecer insignificante, pero para mis hijos fue una grata experiencia y para mí fue valorable, porque todo lo hicieron sin pedir nada ni esperar recompensa alguna.
Creo que los pequeños gestos también hay que destacarlos, porque así como nos quejamos cuando nos atienden mal en un lugar, hay que decir cuando nos reciben bien.
Espero que en ese lugar sigan tratando así a la gente, porque es bueno que la comunidad los conozca y sobre todo para los niños, que siempre ven al bombero como un héroe.

Miguel Carranza
Bº Centro

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