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“Una correcta antropología es necesariamente jerárquica”

Un análisis polémico sobre la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud.
jueves, 16 de septiembre de 2010 00:00
jueves, 16 de septiembre de 2010 00:00

Sr Director

En esta época en la que casi es un insulto decirle a un hombre que es dogmático, resulta que surgen nuevos dogmas con poco fundamento científico que mucha gente acepta y asume como irrefutables.
Uno de esos dogmas actuales es el que afirma que el hombre es sólo materia. Se afirma la doble reducción del amor a la sexualidad y la sexualidad a la mera biología. A esta conclusión se ha llegado por la confluencia de las teorías de Nietzsche y Sigmund Freud (1856-1939). Este último elaboró el psicoanálisis como una teoría general del comportamiento humano, que se reduce, según él, al enfrentamiento entre el principio del placer (manifestación directa o indirecta del instinto sexual) y el principio de la realidad que reprime dicho instinto. Éste sería el origen de toda neurosis y los hombres y mujeres vivirían sanos si pudieran satisfacer libremente sus instintos.
Freud tenía ambición, talento literario e imaginación. Sin unos hechos contrastados científicamente acuñó neologismos, como el inconsciente, el ego, el superego, el complejo de Edipo, la sublimación y la psicología profunda.
Pero la psiquiatría posterior, con autores tan prestigiosos como Carl Rogers, han puesto de manifiesto que la sexualidad freudiana no libera al ser humano. Muchos estudios han demostrado que la promiscuidad, la adicción a la pornografía y otras aberraciones son consecuencia precisamente del modelo de Sigmund Freud.
Hoy conocemos que Freud se aprovechó de su condición de médico para elaborar una teoría filosófica sobre unas bases con poco fundamento. Después de su muerte tuvo lugar el escandaloso descubrimiento de historias clínicas inventadas, sin enfermos reales. ¿Qué base científica puede tener una teoría del comportamiento humano cuando no hay hechos reales que la justifiquen? ¿Cómo se puede crear una teoría con numerosos neologismos sobre historias clínicas inventadas? Pues a pesar de esto, sus argumentos fueron aceptados por muchos de su tiempo y su nuevo dogma se “cree” en algunos ambientes.
Otro testimonio de lo dicho anteriormente lo encontramos en las Memorias de Jung, uno de los discípulos del padre del psicoanálisis. Freud le dijo en una ocasión: “Tenemos que hacer de la teoría sexual un dogma, una fortaleza inexpugnable”. Quiso hallar en las historias clínicas inventadas los argumentos que previamente había decidido encontrar.
Pero desde Platón y los otros autores de la Grecia clásica sabemos que una correcta antropología es necesariamente jerárquica: si la razón no lleva las riendas y prevalece sobre los instintos, es dominada por ellos.

José Pedro Sánchez

Respuesta

Tema polémico que no pierde actualidad. El autor de la carta es Licenciado en Filosofía y Letras. Especialidad de Pedagogía. Participa del Foro Mudéjar de un grupo de profesionales (licenciados en Química, Medicina, Pedagogía, Ingenieros Agrónomos y otros)

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