Correo de lectores

“...pretenden convertirse en ejemplo para nuestros hijos...”

Siguen las opiniones encontradas en Andalgalá.
sábado, 18 de septiembre de 2010 00:00
sábado, 18 de septiembre de 2010 00:00

Estimados educadores de nuestros hijos. Hijos de Andalgalá.
Con honda preocupación termino de leer una carta dirigida a ustedes por los miembros de la Asamblea El Algarrobo.
Como andalgalense, no entiendo. No entiendo a esta gente, no entiendo su discurso cargado de odio, no entiendo su “ejemplo” para con la juventud, no entiendo su “representatividad” falsamente arrogada.
No entiendo.
No entiendo su intolerancia discursiva y fáctica, no entiendo las agresiones.
No entiendo.
En realidad esta carta que a ustedes dirijo no es para denostar a la asamblea, sino, simplemente, para tratar de poner blanco sobre blanco.
Desde el frente del aula, educando y formando a nuestros hijos, a todos, desde los más humildes hasta a sus propios hijos, o hijos de la Asamblea, su tarea siempre fue brillante. Y sacrificada. Es por eso que el pueblo de Andalgalá los acompañó y acompaña cada vez que sienten la necesidad de reclamar por sus derechos y mejoras salariales.
Sin embargo, desde hace un tiempo a esta parte, su rol, por culpa de unos pocos, sufre un descrédito tremendo.
Ustedes deben enseñar a vivir en sociedad, a respetar las leyes, a gozar de la bien entendida libertad, los derechos humanos y sociales, los deberes de cada integrante de una comunidad, deben preparar a nuestros niños y adolescentes para encarar la vida reforzando la idea de la cultura del trabajo. Y lo hacen.
Pero su tarea evidencia, para los chicos, tremendas contradicciones cuando salen a la calle y son bombardeados por el discurso y las prácticas de la Asamblea El Algarrobo.
Porque ellos enseñan todo lo contrario.
A romper la ley, a emplear la fuerza, a mentir descaradamente para alcanzar un fin determinado, a no respetar a nadie, a violentar y violar libertades individuales, a coartar la libertad de trabajo, a coartar la libertad de pensamiento. En fin.
Esta tarea de los llamados “revolucionarios” está destruyendo el tejido social de nuestro pueblo. Quizás esa sea la intención. Obviamente, una intención política. Buscando poder.
Hoy por hoy, pretenden convertirse en ejemplo para nuestros hijos.
Solo debemos describir las conductas de vida de diez de los líderes de la asamblea para tener un claro panorama sobre estos “ejemplos” (...).
Esta gente que abrió las puertas de Andalgalá a porteños y cordobeses que vinieron con dinero a generar conflictos. Que pretende profundizar la brecha entre nuestra clase baja sin oportunidades y ellos, que están prendidos de la teta del Estado, al que critican y denostan y del que comen…
Mienten. Mienten. Mienten.
Agreden. Queman. Insultan. Cortan calles. Usurpan. Cohartan. Roban. Amenazan. Corrompen. Y pretenden decirnos cómo pensar y cómo actuar. Pretenden ser ejemplo para nuestros hijos.
Pretenden destruir el trabajo que ustedes hacen todos los días.
Pretenden enseñar a nuestros hijos una nueva Educación Cívica y Ciudadana. Construida desde el odio, la anomia y el discurso totalitario.
Escribo estas líneas con bronca.
Porque todos intuimos el objetivo oculto de la Asamblea El Algarrobo.
Y nadie lo dice.
Señores docentes, gracias por su tiempo. Espero que estas líneas ayuden al análisis.
Pueden estar de acuerdo o no, respeto eso.

Martín Aguirre

Respuesta
Omitimos los nombres y conductas a los que alude la carta, por razones legales. Las posiciones confrontadas en la Perla del Oeste, son evidentes.

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