Correo de lectores
Hospital Neuropsiquiátrico
La existencia de un centro de salud para pacientes con problemas mentales no debe implicar ningún perjuicio para la población.Sr. Director
Tengo el agrado de dirigirme a usted para solicitar tenga a bien publicar la siguiente nota: “HOSPITAL DE LA MERCED... ¡Hasta Cuándo la Paciencia”.
Que vecinos de La Merced se manifiesten públicamente a favor del traslado del neuropsiquiátrico a un lugar más próximo a la Capital es sumamente útil y auspicioso, porque no deja de ser un recordatorio de que las autoridades del Ministerio de Salud de la Provincia han estado y siguen estando lentas y atrasadas con el cumplimento de una promesa y de una decisión ya tomada con bastante anterioridad.
Más allá de los inconvenientes surgidos en la expropiación del inmueble de Huaycama, no se puede explicar la aparente inacción y el silencio de radio que hubo últimamente sobre el tema; y esto hace pensar a los vecinos de Paclín, con toda razón, que aún está muy verde el proyecto del traslado.
Creo que a nadie cabe dudas de que La Merced, otrora llamada “villa veraniega”, debido a su tétrico destino psiquiátrico, hoy no tenga nada de turística.
Ya tuvo debate público y se expidieron experimentados psiquiatras y otros sectores sobre lo ventajoso que hubiera resultado trasladar ese Servicio Médico Psiquiátrico.
Bien como dicen los destacados vecinos, siguen sufriendo un viejo relegamiento en cuanto a la asistencia médica y de la salud más elemental de todos los habitantes del departamento y de lugares próximos, que sin duda concurrirían para su atención desde el departamento Santa Rosa y del Sur tucumano de existir un hospital regional que preste buenos servicios. Y no puede ser que hoy en pleno siglo XXI, los paclinenses sigan sufriendo semejantes deficiencias: ante la más sencilla patología, un normal parto o el más grave de los accidentes, tan comunes en la cercana Cuesta del Totoral, tienen que ser derivados o autoderivarse a 60 km de distancia, en el mejor de los casos, con todos los peligros, molestias e innecesarios gastos que esto siempre conlleva. Sin duda que las máximas autoridades de gobierno deben dar prontamente solución a este viejísimo problema y debieran aún con más premura expedirse sobre el particular, y muy especialmente esclarecer a toda la opinión pública sobre las características y variaciones que sufrió el proyecto original.
Confieso que a mí como Médico y como paclinense adoptivo me hubiese gustado ver primero inaugurado el nuevo hospital de La Merced antes que un estadio deportivo; o por lo menos en los mismos tiempos.
Arturo Mario Zuliani
La Merced – Paclín
10.046.795