“A los de cerebro y espíritu dormidos”

martes, 28 de septiembre de 2010 00:00
martes, 28 de septiembre de 2010 00:00

Sr. Director

Me dirijo a Ud. con la finalidad de solicitarle, tenga a bien publicar en su prestigioso diario esta Carta: “A los de cerebro y espíritu dormidos”.
En carácter de padre de familia, preocupado por todas las situaciones desagradables que a diario como personas vivimos, ¿elección o excusas? ¿Cómo definir?...
Pero la angustia y la zozobra que nos superan son permanentes, laten a cada momento. Vivimos sobresaltados, más aún cuando se van escapados sin avisar, horas, días, sin saber por dónde andan; nosotros como progenitores recorriendo caminos en su búsqueda esperanzados, pero a veces esperando encontrar las noticias más desagradables...
Si radicamos la denuncia por fuga en el precinto, no hay búsqueda; en las comisarías, no hay móviles; en la 9na. repartimos fotos para identificarlos, quizás, tal vez los vean, tener novedad de ellos y dar con su paradero, allí quedan estampados para grafitos... así se huellan caminos, pero esperanzados...
Hablo de niños y jóvenes con sus mentes perturbadas, que dicen mentiras, hurtan (roban), se degradan como personas, sólo para comprar drogas. ¡Así viven los menores, con una maldita adicción! Son golpeados, sobornados por traficantes adultos de espíritu mezquino, que los utilizan para lucrar con su inocencia, obligándolos a hacerse cargo de la droga por si la policía los sorprende a ellos...
Aún seguimos de pie, en la lucha, esperanzados en que a nuestros representantes también se les despierte y abra el corazón, la mente, el espíritu dormido y cegado, reciban iluminación para que ideen y creen políticas de Estado y de una vez por todas se cumplan los derechos del niño, pero bien interpretados, no excusados, para formar y no para confrontar... Mientras caminamos esperamos que se agilice la obra del nuevo Humaraya, que no sea un anexo, sino que se le dé prioridad a un internado como comunidad terapéutica a puertas cerradas, destinada a recuperar a las personas con adicción, para luego insertarlos a la sociedad. La alcaidía no nos sirve, ya que fue creada con otra intención. Se necesita un espacio de trabajo serio, con intención de brindar herramientas y enseñar a utilizarlas.
Rogamos a Dios fuente de toda razón y Esperanza, llegue a todos los corazones de nuestros representantes, funcionarios, para que se preocupen en el porvenir de los niños y adolescentes que son presa fácil de los traficantes en la ciudad.
Oscar Enrique Arias
DNI 7.820.711
 

Respuesta
Legítima preocupación del lector. Un desafío para los representantes del pueblo.

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