Correo de lectores

Al señor presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Catamarca

jueves, 31 de marzo de 2011 00:00
jueves, 31 de marzo de 2011 00:00

En representación de los empleados de la Cámara de Diputados de la Provincia de Catamarca, queremos hacer llegar a nuestro presidente Dr. Luis Eduardo Barrionuevo, el reconocimiento y agradecimiento, por haber sido en estos años, el cual fue ungido como tal, por el Interbloque de diputados, el que más nos tuvo en cuenta como empleados de esta institución.
La atención permanente a nuestras obligaciones, a las necesidades propias del empleado, como ser el consejo ante inquietudes, responder a nuestras dudas, los salarios en tiempo y forma, las veces que nos atendió en su despacho para escucharnos y dar solución a las peticiones requeridas.
Queremos señalar que antes del año 2007, los empleados tuvimos que recurrir a paros, huelgas, protestas por un aumento de sueldos, y que fueron siempre míseros e infortunados, creando en nosotros mismos malestar, mucha angustia y en contra de nuestra voluntad, sabiendo que somos responsables de velar por esta Institución, pero entendemos también que los hombres que las representan deben estar a la altura de las circunstancias, sobre todo evitando males mayores.
Nunca había dinero, ni presupuesto para los empleados, eran unos pocos los que se beneficiaban con categorías, ascensos, cargos y otros eran privilegiados en desmedro de los demás empleados, es más, ingresaban con una categoría 24 p.p. sin miramientos, con una falta de respeto para los que venimos trabajando desde el año 1983.
Con usted señor presidente, no existen banderías políticas, al buen empleado lo premia, al que no, tiene su merecido. Son derechos adquiridos, pero muchas veces son avasallados por mezquindad, por egoísmo o por el simple hecho de llevar el moto que los empleados legislativos somos vagos.
Muchas veces hemos escuchado hablar en desmedro de esta institución y de quienes la componen, cual error cometen al desconocer el trabajo silencioso, de investigación, sin horarios, arduo, porque muchos no entienden que en este poder se cocina la política, se avanza sobre leyes que regulan la sociedad en que vivimos.
Pero gracias a Dios, en estos tiempo tenemos un presidente que nos acompaña en nuestras tareas habituales, y este trabajo es reconocido y remunerado de acuerdo a los tiempos sociales económicos lo ameritan.
Señor presidente, vaya para usted y su familia, bendiciones y el reconocimiento pleno de los empleados de la Cámara de Diputados que usted con hidalguía defiende, saludándolo respetuosamente.

Miriam Inés Acevedo
Ramón Agüero
Juan Romero
Mariana Acosta y siguen más firmas.

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