Correo & opinión
Una Cita con el tango
Señor Director:
Solicito quiera tener a bien disponer la publicación de la presente en algunas de las páginas del diario que tan dignamente ud. dirige.
No fueron pocas las veces que se publicaran en ese diario algunas notas de mi autoría en las que expresara mi pasión por la música ciudadana, o sea el tango, melodía maravillosa, legado, testimonio y patrimonio de nuestra cultura nacional.
La música es un sentimiento que hace agigantar el alma y que fuera definida como el arte de combinar los sonidos, a lo que agregarle el despertar de todos los sentimientos del corazón. En ese sortilegio musical sobresale un personaje al que se le define: “ tanguero”.
Ser tanguero no es un oficio fácil ni cualquiera; el tanguero es aquel que ama al tango, lo entona, lo baila, y lo difunde. Ser tanguero es conocer un cúmulo de historia, sapiencia y una narrativa vigorosa de los temas a tratar. Cuando los sonidos del tango están adormecidos en una placa, es el señor tanguero el que se encarga de darles vida y difundirlos por el aire. Quiero resaltar el privilegio de haber recibido después de mucho tiempo el saludo telefónico de un señor tanguero reconocido en nuestro medio; Mario Alonso. Como agradecimiento a tal gentileza, puedo asegurar que el amigo Alonso es un pionero en la difusión de nuestra música tanguística: difusor del tango a través de una prestigiosa emisora, que aumenta su jerarquía al permitir la realización de esa cultura y patrimonio nacional.
Cuando es señor Mario Alonso emite su programa, con esa voz poética y sensible, en la sintonía (101.5) radial, la canción se desgarra en la calma nocturnal. Y como una guirnalda de flores, resuenan las orquestas, gimen los violines, trinan las guitarras y descuellan los cantores y el teclado del piano junto al rezongo de los bandoneones. El tango despliega su cadencia y entre la cascada melodiosa puede surgir la poesía en la voz de nuestro perito.
El tanguero: en este caso el señor Mario Alonso, pionero en difundir música tanguística y entonarla según él lo expresara desde la edad de los dieciséis años, nos permite apuntar que la trayectoria emanada de este cultor musical es digna de ser reconocida y considerada por su real eficacia. El camino recorrido junto al tango, por Mario, nos permite asegurar que bien le podría decir ¡qué me van a hablar de vos! Esta sola frase sintetiza la labor luminosa alcanzada por este cultor popular junto a una pasión mantenida de por vida en un “abrazo con el tango”.
Es gratificante escuchar el programa “Una cita con el tango” dirigido por este señor tanguero, quien hoy me obliga a expresarle el mejor de mis elogios, y el más sensible agradecimiento no sólo por su cordialidad, sino también por la obra que desarrolla, nada más ni nadá menos que cultivar a través de tantos años, ese tesón y esa pasión por un mantenimiento de un patrimonio nacional y mundial: el tango. ¡Adelante señor Mario Alonso! Que se corra el telón, porque ha comenzado su audición, y la cultura estará presente en el mismo lugar (101.5). El tango origina nuestro abrazo fraternal, y el mejor augurio para un señor tanguero de lujo como ud.
Laura de Valverde