Correo & opinión

Aferrarnos a la esperanza

viernes, 28 de diciembre de 2012 00:00
viernes, 28 de diciembre de 2012 00:00

A la hora del balance por la culminación de un nuevo año, la clase trabajadora catamarqueña en general y la dirigencia obrera en particular, llegamos a la lamentable conclusión de haber arrivado al peor final. La caída definitiva de la Promoción Industrial para nuestra provincia de Catamarca, como para las de La Rioja, San Juan y San Luis nos dejó el sabor amargo de una frustración, y un desalentador pronóstico respecto de las expectativas futuras.
Sólo nos alienta el compromiso y las acciones de la gobernadora de la provincia, Dra. Lucía Corpacci, que ante la inminente finalización de los beneficios impositivos para las industrias radicadas -por la inaplicación del decreto 699- tuvo la rápida reacción de implementar los subsidios del programa de Mejoramiento de la Competitividad y Promoción del Empleo, que ya han generado 138 nuevos puestos de trabajo en total, y permitió la creación de otros 70 más en esta última etapa del mencionado plan. Con un aporte de casi un millón de pesos ($955.066), el Gobierno provincial propició la incorporación de esos trabajadores a siete de las empresas instaladas.
La Dra. Corpacci anunció y repitió asiduamente desde el inicio de su mandato, un año atrás, que era necesario crear y generar nuevas fuentes de empleo por fuera del Estado. “Se debe romper con la idea de que trabajo es empleo público”, insistía la gobernadora, mientras pregonaba que “lograr el desarrollo productivo de nuestra provincia es el gran desafío de esta gestión”.
“Desde un Estado presente, debemos apostar al desarrollo productivo y la creación de nuevas fuentes laborales..., para sentir que todos los catamarqueños vivimos en una Catamarca que nos incluye a todos, con menos postergados, con menos necesitados”, reafirmó nuestra mandataria en innumerables oportunidades.
Sin embargo ese mensaje no fue del todo comprendido desde ciertos sectores del orden nacional, como por algunas de las provincias hermanas, tales los casos de Mendoza, Santiago del Estero, Chaco o La Pampa, que por estas horas hasta festejaron el anuncio de la finalización de la Promoción Industrial en nuestra provincia con el cierre de este año 2012. Fue como que los “grandes” del fútbol celebraran que los “chicos” seguimos en el descenso, porque ni siquiera nos dejar “jugar la promoción”.
Esa es nuestra realidad y el compromiso del nuevo desafío para 2013, en que debemos seguir luchando para que no se pierdan fuentes de trabajo y, por el contrario, se incentive la creación de nuevos puestos de empleo. Pero para ello debemos exigir también una mayor y eficaz acción de fiscalización y control por parte de la Subsecretaría de Trabajo de la provincia, para que desde la legitimidad que dan las leyes se hagan respetar los convenios colectivos y se garantice la dignidad salarial y las mejores condiciones de empleo de cada uno de nuestros empleados, cualquiera sea la actividad en la que se desempeñen. Hemos realizado una gran cantidad de viajes a La Rioja, San Juan, San Luis y hasta Mendoza, en donde estábamos denunciados penalmente, con recursos propios de los dirigentes gremiales, porque la CGT no tiene recaudación ni ingresos económicos de ningún tipo.
Si de mensurar el “debe” y el “haber” se trata, debemos convenir que el saldo ha sido negativo, pero tenemos la obligación de recuperar el optimismo, porque la sola insinuación que nos da la oportunidad de un nuevo año nos obliga a aferrarnos a la esperanza, por el deber que significa seguir bregando por una Catamarca mejor para todos los catamarqueños, y muy especialmente para los más humildes y los que menos tienen. El hecho de saber que, en parte, hemos retrocedido nos debe estimular a tomar impulso para intentar los nuevos sueños de progreso y crecimiento.
Ningún dirigente gremial puede considerarse exitoso mientras tengamos desocupación, salarios paupérrimos y la maldita droga. La solidaridad es la piedra basal de las organizaciones gremiales y el dolor de uno tiene que ser el dolor de todos.


Pedro Armando Carrizo - Delegado regional CGT

Walter González - Sindicato Plástico

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