Correo & opinión

¿Peronizar es la cuestión?

miércoles, 9 de enero de 2013 00:00
miércoles, 9 de enero de 2013 00:00

Sr. Director:

Primero Luis Barrionuevo y ahora Ramón Saadi, con más o menos parecidos planteos, aparecieron pidiéndole a la gobernadora Lucía Corpacci que “debe peronizar” su gestión, demandando que el gobierno provincial priorice la incorporación de dirigentes justicialistas en el manejo de la administración pública. Y también coinciden Luis y Ramón en que “si no hay internas” (o no los llaman para armar las listas) con miras a los comicios de renovación parlamentaria de octubre próximo, “iremos con listas propias”. Para ello, tanto uno como otro ya cuentan con sus estructuras armadas de anteriores elecciones, como el “Primero Catamarca”, que impulsó Liliana Barrionuevo en el último turno electoral provincial del 13 de marzo de 2011, con una muy magra performance que no le alcanzó para llegar al piso de 8.500 votos necesarios para lograr una banca de diputada. O el MAP (Movimiento de Afirmación Popular), que Ramón mantiene latente desde 1991, cuando después de la intervención federal y del PJ como consecuencia del “Caso Morales”, le permitió hacer su propio juego por fuera de las estructuras orgánicas del justicialismo.
Como sea, Luis y Ramón aprietan con el “verbo” que muchas veces ni ellos mismos conjugan, dejando en duda la legitimidad de sus reclamos, cuando simultáneamente “abren la puertita para ir por afuera”.
Sin embargo, por noticias de los últimos días, la gobernadora Corpacci acaba de sumar en su gabinete a dos conspicuos dirigentes peronistas, como Gustavo Saadi, notorio “saadista”, y Fidel “Pocho” Sáenz, de también indisimulada pertenencia “barrionuevista” hasta no hace mucho tiempo.
Respecto de esta cuestión, recientemente también se pronunció la hermana de Luis, Liliana Barrionuevo, quien en declaraciones radiales comentó que “muchos de los funcionarios del actual gobierno estaban en el proyecto de mi hermano como candidato a gobernador, e incluso viajamos a San Luis para tomar conocimiento de los programas de gobierno y la exitosa gestión de los Rodríguez Saa en aquella provincia”. Y, sin dudar, Liliana deslizó los nombres de “Dalmacio Mera, Edgardo Macedo, Octavio Gutiérrez, Daniel Barrios, la diputada Moreta, su marido el ‘Pato’ Carrizo, Jorge Moreno, Miguel Figueroa, ‘Pocho’ Sáenz, muchos que ahora son ‘kirchneristas’ pero que antes estuvieron mucho tiempo al lado de Luis”, recalcó. Le faltó apuntar que anteriormente, varios de estos mismos dirigentes peronistas, habían formado parte de las filas de Ramón, con lo cual la deuda de “peronizar” el gobierno de Lucía pareciera anticipadamente saldada.
También podrían ahorrarle el trabajo a la presidenta Cristina Kirchner de tener que identificar a la responsable de uno de los peores bochornos de su vida política, cuando fue salvajemente agredida a huevazos sobre la vereda de calle República, o conocer a quienes quemaron las urnas que cerraron el bochorno “barrionuevista” porque ni siquiera tenía domicilio en Catamarca para participar de esa elección, ya que sus conocidos autores están hoy insertos en los cuadros dirigenciales de la actual gestión provincial.
Son esos dirigentes, antes “saadistas” o “barrionuevistas”, los que ejercen altas responsabilidades en el actual gobierno provincial, por lo cual las demandas de Ramón y Luis suenan más a excusas para “irse por afuera”, como ambos amenazan, que a un genuino pedido por “una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana”, tal los postulados liminares del PJ.
Antes, Ramón y Luis debieran admitir que sus enconadas pujas y caprichosos enfrentamientos, sin tener en cuenta el irrenunciado clamor de unidad de los auténticos peronistas, fueron los que, en parte, facilitaron el prolongado “reinado” de 20 años que ejerció el radicalismo a través del Frente Cívico y Social, contándolos a ellos como sus principales “aliados”.

Alejandro Bazani
 

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