Correo y opinión

Hugo Chávez, ferviente discípulo de Felipe Varela

martes, 12 de marzo de 2013 00:00
martes, 12 de marzo de 2013 00:00

Desde la CGT - Delegación Regional Catamarca expresamos nuestra más generosa solidaridad con el pueblo hermano de Venezuela y lo acompañamos en este momento de profundo pesar, ante la desaparición física del compañero presidente de ese querido país, el comandante Hugo Chávez.
Los hacemos desde la más absoluta convicción de haber compartido con él un sentimiento que los catamarqueños arraigamos desde el origen de nuestra Patria, en defensa de la unión latinoamericana, que recibiéramos como legado del coronel Felipe Varela, nuestro ilustre prócer, cuando en su “Manifiesto” del 1 de enero de 1868, gritó al mundo: “¡Viva la Unión Sudamericana! ¡Abajo los negreros traidores a la patria!”.
Con estas expresiones, Varela se pronunció para desnudar la política mitrista de justificar la calculada y premeditada guerra contra el Paraguay, a la que -con excepción de Buenos Aires- se oponía la mayoría de las provincias argentinas, que aspiraban a la unidad de los pueblos de nuestro continente.
La misma idea que sostendrían los generales San Martín y Bolívar, como más tarde el general Juan Domingo Perón, y más cercano en los tiempos, en 2005, los presidentes Néstor Kirchner de la Argentina y Hugo Chávez de Venezuela, cuando en la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata, consolidaron el ALBA, alianza de los países latinoamericanos y del Caribe, en contraposición del ALCA, tratado de libre comercio que propiciaba Estados Unidos.
Chávez fue un luchador de la causa latinoamericana y sostenedor inclaudicable por una cada vez mayor libertad e independencia de nuestros países, para su crecimiento y la felicidad de sus pueblos. Por eso lo cuestionaban los poderosos y opresores, como los Bush (padre e hijo), ambos presidentes de los Estados Unidos, cuando realizó la reforma agraria para entregar tierras a los desposeídos campesinos venezolanos. O cuando nacionalizó las empresas petroleras para beneficio y usufructo de su pueblo, generando reparadores planes sociales de viviendas y de asistencia permanente hacia los que menos tienen.
Y no fue un egoísta, ni un obtuso, como pretendió estigmatizarlo la prensa liberal, porque hasta pensaba y actuaba a favor de los pobres norteamericanos, como en estos días lo reconoció Patrick Kennedy II, hijo de Robert F. Kennedy (ex senador de los EE.UU.), por años la cara del programa de donación de gasóleo para calefacción por parte de Venezuela a cientos de familias y centros para personas sin techo en su país.
En una declaración escrita, enviada a la agencia española EFE, Kennedy aseguró que Chávez “se ha preocupado profundamente por la abyecta falta de las más básicas necesidades de los pobres en Venezuela y otros países en todo el mundo”, recalcando que “gracias al liderazgo del presidente Chávez, cerca de dos millones de personas en EE.UU. han recibido asistencia gratuita en forma de calefacción. Nuestros rezos van al pueblo de Venezuela, a su familia y a todos los que recibieron el calor de su generosidad”, afirmó Kennedy desde Boston.
Utilizamos estas frases que no nos pertenecen, sino que además corresponden a un dirigente político estadounidense, para demostrar que todas las campañas para intentar demonizar a Chávez fueron puras patrañas y mentiras malintencionadas, con la nunca consumada pretensión de ocultar su liderazgo de gran luchador en favor de los más postergados de la tierra, y, sobre todo, de su amada Venezuela.
Y en Catamarca, no podemos menos que asumir el dolor desde la causa que más nos identifica con Chávez, que fue su lucha por la “Unión Latinoamericana”, como la concibiera Felipe Varela, la defendieran San Martín y Bolívar, y la consolidaran Perón y Kirchner.
Por eso...¡Viva Chávez y la Unión de los pueblos sudamericanos!

Pedro Armando Carrizo
Sec. Gral. CGT

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