En el cincuentenario de la creación del Colegio Privado Clorinda Orellana Herrera de Chumbicha, en representación de los primeros alumnos y todos los compañeros de la Primera Promoción de Maestros Normales Nacionales. 18 de Marzo de 2013.

Cada uno de los egresados de la primera promoción de aquel Instituto tan amado, hoy Colegio.
Imborrables recuerdos, emociones y sentimientos portamos, que iluminan las miradas.
No olvidamos jamás sus eucaliptus, sus patios, aulas, pizarras con grafitis y sueños incubados.
Cuando afloran a nuestras mentes imágenes pletóricas de vida, juventud, risas y proyectos.
Unas materias aprobadas, unas notas que no alcanzan, una frustración en los boletines. Una ilusión de amor
El encanto, la fascinación, la amistad, amalgamados a miradas cómplices y pequeñas transgresiones.
Nunca se irán de la memoria. Nutren nuestra trayectoria de personas en la paz y en la tormenta.
Tornáronse guía, nos acompañaron en aquellos contextos donde pudimos construir nuestro destino.
Es que la fuerza de nuestros formadores supo aquilatar nuestra valía y tornear el potencial que allí había.
Nada obstaculizó las metas de directivos, profesores, secretarios, celadores, en una donación del alma y sus bagajes
Acaso desde una dimensión ignota pero hermosa, nos conmina con una mirada azul muy transparente.
Rector si los había, el padre Justo Pastor Ontiveros, que nunca claudicó en la justa admonición y consentía
Imaginarios argumentos juveniles, para luego sopesar el equilibrio y restaurar la armonía.
O quizá don Domingo Delgado, portero compañero, nos prestara aquella su complicidad mientras barría.

Casi los vemos transitar estos espacios a quienes forjaron los inicios de este sueño
Obligados por ansias de nuevos horizontes, gente de bien, políticos de estirpe, ciudadanos probos
Las generaciones de nuestro pueblo y otros rumbos les tributan su homenaje en el recuerdo.
Eran de ley Juan Carlos Ramos, Carlos López, Julio Palacios, Pedro Alejandrino Pereyra, Jesús Vega Arturo Vera, Guillermina Correa de Marenco, Rosita Barros de Orellana Herrera. Tantos otros ganaron un sueño que hoy despliega al mundo 45 promociones de jóvenes graduados,
Igualando posibilidades y talentos para quienes abrevan en su fuente de conocimientos.
Oportunidades para todos en un templo de saberes, con nombre de mujer y estirpe de maestra.

Clorinda, nombre que enuncia una escritora y educadora, cuya raigambre enorgullece
La tierra natal de sus amores, Chumbicha y todos rumbos del país cuyos claustros transitara.
Orellana Herrera su apellido, que perdurará por siempre porque su abnegación y entrega
Revivirán las inquietudes y las mentes de generaciones de catamarqueños que formara,
Inmensa y hermosa su misión, maestra por excelencia, excelsa su vocación y su sapiencia,
No dejó descendencia, no hizo falta, sembró en las mentes una imborrable genética
De letras, sinfonías pensamientos y valores que inmortalizan su identidad y trascendencia.
A ella le rendimos homenaje y en ella a las promociones que el Colegio diera al mundo.

Otra expresión del alma es el Agradecimiento: mayúsculo, indeleble, perdurable que
Recibirán por siempre los gestores de la fundación del Instituto Secundario de Chumbicha.
Ellos fueron visionarios, proyectaron los anhelos juveniles de una vasta geografía lugareña
Le dieron un norte a su futuro, en clave de sueños, ambiciones, autorrealización.
Le ofrecieron a las familias de nuestro hermoso pueblo, posibilidades ciertas de arraigo e ilustración.
A la pléyade de docentes primeros que apuntalaron con su esfuerzo, vocación y trabajo
Nuestras inauguradas perspectivas de conocimiento, travesuras, progreso, disciplina.
Allí pusieron su Fe, su siembra, sus libros, esperanzas: donaron su vocación pues lo hicieron ad honorem: Primera Rectora María Sofía Názar de Sampayo. Profesores: Elsa Arévalo, Josefina Barros-Sara Barros-Oscar Cuello –Susana David de Córdoba- Celia David de Montenegro – Martha Lábquez – Haydeé Moreno de Agüero – Luis de Jesús Nieto –Jesús Orellana Herrera –Juanita Quiroga – María Elena Rizzo de Nazar –Sara Sonzini de Palacios – Lydia Uzin de Machado –Sara Villar.

Hombres y mujeres cuya valía extraña la sociedad en estos tiempos para rescatar el rumbo.
Empecinados en amor fraterno, estudiosos, firmes en sus convicciones, auténticos en su saber.
Resuenan en los claustros sus voces, sus explicaciones, sus llamados a lección y sus silencios
Recordamos nítidos sus perfiles que los hacen inolvidables y les damos las gracias con enorme cariño.
En nuestras vidas podremos acreditar ser albañiles, abogados o plomeros, investigadores, ingenieros, empero
Renovamos cada vez con más certeza, según pasan los años y la percepción es más madura
Aquella nuestra titulación primera y Mayor Dignidad: SER MAESTROS PARA SIEMPRE.

Magister Alejandrina Celia Pereyra