Opinión

El cinismo es de quienes destruyeron la provincia

miércoles, 10 de abril de 2013 00:00
miércoles, 10 de abril de 2013 00:00

La verdad es la única realidad, decía el General Perón. Y esto viene a colación porque cuando quienes destruyeron la provincia, condenaron a miles de catamarqueños al hambre, la miseria y la exclusión social, y dividieron el tejido social de Catamarca, son los que levantan aviesamente el dedo acusador, lo que dicen tiene el tufillo de una fábula perversa, elucubrada desde el cinismo y la desvergüenza.
Se trata de los desmemoriados diputados del Frente Cívico y Social que parecen haberse olvidado que la destrucción sistemática de la Provincia de Catamarca es de exclusiva responsabilidad de los Castillo y los Brizuela del Moral, quienes se encargaron en los últimos veinte años de permitir el avance de la droga y la delincuencia, mientras hacían todo lo posible por condenar a los catamarqueños a la marginalidad y a la pobreza.
Es de cínicos pretender hacer creer a la comunidad que en Catamarca recién ahora se mata gente en las calles, olvidando mencionar que sólo entre enero de 1992 y noviembre de 2006 se cometieron en la provincia 62 homicidios dolosos, de los cuales muchos de ellos se encuentran sin resolver. Olvidan estos diputados con amnesia selectiva, que desde enero de 2007 y hasta agosto de 2010 hubo 21 crímenes en la provincia y que dos de esos casos tuvieron como víctimas a los bebés Luciano Barrientos, en marzo de 2009 e Ismael Romero, de 18 meses, ultimado a raíz de golpes propinados con un objeto contundente.
Es cinismo interesado y maniqueo olvidar los asesinatos de Clemente Alberto Bolecich en Tinogasta, Eugenio Antonio Aybar -conocido como “Cassandra”-, el doble homicidio de Delfín Córdoba y Apolinaria Acevedo de Córdoba en el paraje “Cañada Verde”; los casos del taxista José “El Turco” Sedán, asesinado en ocasión de robo; Miguel Ángel Cativa, muerto a hachazos y luego colgado para fingir un suicidio; el de la anciana María del Tránsito Caracho; el de la poetiza Blanquita Narváez en Fray Mamerto Esquiú; el homicidio de Víctor Cayetano Escalante; el asesinato en ocasión de un asalto del agenciero Robert Durval Marchetti; la muerte del ex comisario Alfio Antonio Puglisi en su domicilio del barrio Villa Cubas; el caso de la niña María Romina Farías Molina, de sólo 13 años de edad; el homicidio de la joven modelo Rocío Ubilla; el asesinato del odontólogo Castillo, cuyo cuerpo fuera encontrado mutilado en su propia casa de la calle Rojas; por citar sólo algunos de los homicidios más resonantes de los años de gobierno del FCyS.
No pueden los diputados del FCyS subestimar la inteligencia de los catamarqueños con su pretendida preocupación por los jóvenes, cuando durante su propio gobierno murieron calcinados en la Alcaidía 13 personas, varios de ellos jóvenes; al igual que las aberrantes muertes de los cuatro adolescentes ilegalmente privados de su libertad y que acaecieran en septiembre de 2011.
Olvidan también la violenta represión policial en el Estadio Bicentenario que durante el último tramo del gobierno de Brizuela del Moral (septiembre de 2011) se llevara cabo en ocasión de un partido de fútbol y con relación a la cual el propio subsecretario de Seguridad de aquella gestión gubernamental tuviera que reconocer públicamente “excesos”.
Es un acto de extremo cinismo e hipocresía intentar manifestar preocupación por los centros que albergan a adultos y jóvenes en situación de riesgo y cuestionar la supuesta falta de decisión política, cuando ellos no sólo nada hicieron, sino que además se encargaron en su propio gobierno de desmantelar las instituciones e invisibilizar una problemática de la cual fueron primigenios responsables. A estos desmemoriados diputados les decimos que fue justamente el gobierno de la Dra. Lucía Corpacci el que puso en valor el Centro de Recepción y Derivación de Menores, pasándolo a la órbita del Ministerio de Desarrollo Social para dar cumplimiento a las disposiciones de la Ley 26.061 que estableciera el sistema de protección integral a niños, niñas y adolescentes, de conformidad con lo prescripto por la Convención Internacional de los Derechos del Niño; normas nacionales e internacionales que, bueno es recordarlo, no fueron en ningún momento respetadas por el gobierno de Eduardo Brizuela del Moral.
Integra también la desmemoria cínica y perversa de los diputados del FCyS, el desconocer que durante el gobierno de Oscar Castillo fundieron el Banco de Catamarca, entidad crediticia que constituyera el emblema de la corrupción y de los negociados espúreos con la famosa triangulación financiera con los Bancos Extrader y Feigin.
Les recordamos a los desmemoriados representantes de la oposición que la construcción de la memoria colectiva del Pueblo, para alcanzar la verdad y la justicia, implica conocer y reconocer todos y cada uno de los desmanejos gubernamentales de los herederos de la nefasta dictadura, de la cual fueran cómplices civiles principalísimos, los mismos que gobernaron la provincia en el período 1991/2011. Y que su condición de representantes del Pueblo les exige realizar al menos un acto honesto de autocrítica y de asunción de responsabilidades políticas. Autocrítica que hasta el momento no se les ha conocido.
Les recordamos a quienes pretenden dar clases con el “manual del buen gobierno” que fue el propio FCyS el que pergeñara una Justicia adicta a sus propios intereses político electorales, disciplinándola desde el comienzo con la puesta en comisión de los magistrados y la cesantía de jueces dispuesta por decreto de Amoldo Castillo.
Les recordamos a los ilustres diputados que sufren de amnesia parcial selectiva, que el Estado ausente fue el emblema de los años de gobierno del FCyS, mejores alumnos del neoliberalismo a ultranza y de las recetas económicas recesivas, quienes no tuvieron ningún prurito en bajarle el sueldo a los empleados estatales, mientras malversaban los recursos públicos destinados a paliar el hambre de los más necesitados, en el festival de las compras directas de Acción Social, en los alimentos en mal estado tirados a los chanchos, y en el escándalo de las fundaciones.
Es de cínicos y desvergonzados pretender atribuir al gobierno del Frente para la Victoria alguna intencionalidad de división de la sociedad, cuando fuera el propio Castillo quien gobernara con una concepción maniquea, donde todos los que no comulgaran con su pensamiento autoritario y absolutista, eran considerados como “la perrada”.
No sorprende, por tanto, que hoy se rasguen las vestiduras e intenten montar una campaña difamatoria, injuriante y calumniosa dirigida a desprestigiar al ministro de Gobierno, porque son los mismos que cuando fueron gobierno intervinieron y direccionaron el accionar de la Justicia con el solo sustento de rumores callejeros que ellos mismos propiciaron y operaciones de prensa que probablemente solventaron.
Tampoco mueve a asombro que esta oposición destructiva y maliciosa, pretenda hacer creer a la comunidad que los males de la provincia comenzaron el 9 de diciembre de 2011, cuando tuvieron la oportunidad de gobernarla durante veinte años en los cuales la venta y el consumo de estupefacientes se expandió en la sociedad como una pandemia, convirtiéndose en un flagelo social que no realiza distingos de clases sociales ni posiciones económicas.
A tanta actitud canallesca, les opondremos el compromiso honesto y militante con el Pueblo de la Provincia, el trabajo sostenido y permanente, pero también la búsqueda de la verdad y de la Justicia, como presupuestos inescindibles de la construcción de una sociedad más justa e igualitaria. Una sociedad que estos desmemoriados no supieron ni quisieron alcanzar.

 

María Cecilia Guerrero García
Diputada Provincial

Comentarios

Otras Noticias