Por este medio, en un momento quizás mezclado de debilidad y bronca, impotencia y decepción, sin medir consecuencias, intento dar a conocer aspectos de mis sentimientos como profesional de la salud de este país, de esta provincia y sobre todo como médica de guardia de la Maternidad Provincial 25 de Mayo.
De las personas que no trabajan en salud, son pocos los que podrían llegar a imaginarse lo que significa ser médico, sobre todo tocoginecólogo, en las condiciones que nos ofrece nuestro sistema de salud tanto público como privado, pero me referiré en especial al público, porque es el que me duele como ciudadana, y del cual involuntariamente terminamos siendo cómplices o responsables, por aceptar trabajar así.
Todos saben que el principal problema en nuestra institución hoy es la falta de anestesista, pero NADIE sabe lo que es para el médico que se hace cargo de una guardia en una maternidad de III nivel, donde todo lo que suceda es responsabilidad final de él, y enfrentarse a complicaciones que por falta de un recurso no pueda resolver adecuadamente, para que después seamos cuestionados por la opinión pública desde todos los medios, e incluso por nuestros pares.
A aquellos profesionales que trabajamos en esta institución QUE SÍ ponemos la mejor voluntad Y COMPROMISO a pesar de no contar con las condiciones ideales, nos parecieron inapropiadas ciertas declaraciones en una oportunidad, por lo cual llevamos al tribunal deontológico pero no con intención de reflejar que no debía investigarse el proceder en la atención de todos los casos, al contrario nosotros mismos analizamos las causas y buscamos con eso mejoras a nivel profesional, institucional y sobre todo personal; nuestra intención fue repudiar el modo, la falta de diálogo y análisis previo a realizar declaraciones que generalizan el juicio hacia nuestro proceder en la atención que prestamos.
En referencia a esas declaraciones, quiero recordarles que la maternidad provincial inició sus actividades hace dos años y medio, equipada en su totalidad con fondos de una minera, en cuya oportunidad nos impusieron su inauguración sin contar con las CONDICIONES OBSTÉTRICAS Y NEONATALES ESENCIALES, sin embargo tanto en ese momento como hasta el actual nos hicimos cargo de guardias que no contaban ni cuentan con esas condiciones, a pesar que desde cada sector de esta institución se realizan los reclamos y pedidos correspondientes, lo cual nos lleva a ejercer en un ámbito laboral de stress constante, con incumplimiento de varios puntos de la Ley 19.587 de Higiene y Seguridad Laboral, ya que se expone a condiciones que afectan el bienestar físico- psíquico y social de los profesionales. Desde su inauguración aprendimos, nos organizamos y mejoramos muchos aspectos y con recursos que teníamos tratamos de hacer todo lo posible para una mejor calidad de servicio. Como esas declaraciones implican crítica hacia mi trabajo como parte del Departamento de Docencia e Investigación y del plantel de guardia, deseo informarle una parte de nuestra labor: las pacientes son atendidas por consultas médicas, según el caso por varios profesionales, de forma multidisciplinaria, creo que de una manera integral, que no es fácil encontrar en la parte privada, aplicando los protocolos correspondientes y según normas de servicio, buscando evaluar y mejorar la calidad en la atención y sobre todo mejorar la contención de las pacientes y sus familiares. Realizamos ateneos, actividades científicas y actualizaciones.
Presentamos proyectos de capacitación a profesionales del interior para mejorar una falencia importante en referencia y contrareferencia de pacientes, la comunicación y formación y coordinación con profesionales del interior y centros periféricos, punto que creo, fue clave en la disminución de la morbimortalidad materna en el último año. Realizamos actualizaciones de las normas de servicio, presentando asesoramiento de centros de referencia del país como lo son Hospital Garrahan, Hospital Argerich y Maternidad Sarda en coordinación con la dirección de Maternidad e Infancia y el Ministerio de Salud de la Nación.
Se llevaron a cabo cursos y capacitaciones de actualización en distintos sectores como por ejemplo emergencias obstétricas, ecografía, ALSO, Esterilización. Se realizó la primera jornada científica, donde quedó demostrado el interés que se muestra desde distintos sectores en el conocimiento de datos y estadísticas propias. Estas son algunas tareas realizadas y les aclaro un detalle: NO SE CUENTA CON PRESUPUESTO para las actividades que se hacen de formación y actualización tanto de la institución como individualmente, porque hay otras “prioridades”.
Entonces me pregunto sr. subsecretario, si su opinión es, que somos TODOS los que no cumplimos con protocolos actuales, quisiera que se me informe porque lo ignoro, ¿usted qué hizo en estos meses para fomentar la capacitación, docencia e investigación en nuestra institución y cambiar esto? ¿Por qué razón se tarda en garantizarnos las mejores condiciones? Desde que se inauguró la maternidad pedimos, rogamos por UN ANESTESISTA DE GUARDIA EN FORMA ACTIVA, COMO DEBE SER!
Para que no nos suceda lo que ya pasó en varias oportunidades de no poder resolver emergencias de manera adecuada, donde no se arriesga usted, sino que somos nosotros los que damos la cara explicando a las pacientes y sus familiares, somos nosotros los que ponemos nuestras matrículas, algo que nos costó muchos años de estudios y sacrificios, somos nosotros los médicos los responsables finales de cualquier acto, no sólo nuestro sino también de lo realizado por el personal a cargo. Es cuestión de distribuir recursos según necesidades, y es ilógico: de los tres principales hospitales de la ciudad, la maternidad tiene el mayor número de cirugías realizadas por guardia, casi se equipara al número de cirugías programadas en el Hospital San Juan, ¿por qué entonces no se pueden cubrir esas necesidades? Realizo guardias, y no sólo como trabajo del cual espero la remuneración que corresponda porque sé que no será así, sino que más allá de la remuneración lo hago por ayudar a aportar a la comunidad en su derecho a la salud, porque es lo que elegí y me gusta a pesar de que a veces canse y decepcione, por eso quisiera invitar a los que tengan dudas o cuestionamientos a que me acompañen las treinta horas que paso en la maternidad cuando realizo la guardia, a trabajarla a la par y poder confirmar lo que tengan para decir o seguro darse cuenta de lo que es sentir la verdadera emergencia obstétrica, y sobre todo la desesperación y el puñal en las coronarias cuando por alguna cuestión ajena a nosotros no podemos resolverla.
En el país somos la especialidad que está más expuesta a procesos judiciales por las condiciones en las que se trabaja y esto sumado a la atención constante de pacientes en ocasiones críticas que involucran no sólo el binomio madre-hijo, sino también a familiares, constituyen fuertes razones por las cuales en otras provincias cuidan a sus profesionales obstetras considerándolos como recurso humano crítico.
Creo que por las condiciones en las que aceptamos trabajar llegamos a ser en un punto irresponsables y cómplices de todo esto, creo que nos gusta la medicina de riesgo , que ya casi ni nos molesta la humillación de soportar un salario inconstitucional, pero amo mi profesión y odio ver que personalidades con rasgos de dictadores que no se abren al diálogo la tiren abajo, y solicito que no se generalice porque tengo la tranquilidad de que sí puse todo para el bien de las pacientes, pero a veces cansa esta situación donde no se valora por igual o proporcional, el estudio y trabajo realizado, y con esto no sólo me refiero al valor económico, sino algo de mayor importancia: el valorar y apoyar moralmente mi trabajo.
Por último quisiera recordar la definición de BANDA: grupo de personas que sienten una relación cercana o íntima e intensa entre ellos, por lo cual suelen tener una amistad o interacción cercana con ideales o filosofía común entre miembros. Creo que todos los trabajadores de salud somos parte o al menos deberíamos serlo, de una banda que sólo pide que se mejoren las condiciones de trabajo y que se valore como tiene que ser el esfuerzo de diez años mínimos de estudio, y la actualización constante que se exige para ejercer como especialista, sin tener preferencias entre especialidades. Como tocoginecólogos vivimos al límite constante entre la alegría de dar vida y la frustración por malos resultados, y alrededor de todo, la inseguridad y la inconstancia que nos brindan las condiciones de trabajo, todos los que nos tomamos nuestro trabajo con seriedad estamos en la misma realidad, al borde del agotamiento al no recibir el apoyo y las respuestas adecuadas del estado, formando parte de una misma banda, no sólo de nuestra provincia sino de todos los trabajadores de nuestro país. Tenemos en común el mismo sistema y tengo el orgullo de sentirme parte de esa banda, y no sólo de un grupito de personas que responden a alguien que se cree que por un poco de poder tiene derecho a hacer omisión a las bases éticas de nuestra profesión, a quien invito a conocer las estadísticas de atención a pacientes, de las patologías prevalentes, trabajar en equipo buscando mejoras y ver si encontramos muchas diferencias con las estadísticas de otras regiones, y sobre todo invito a realizar una junta médica donde tratemos los casos en que se pueden tener discordancias y que una vez realizado el correcto análisis y con una conclusión seria, en ese momento se otorgue un informe como corresponde sin generalizar con juicios apresurados, y dando a conocer cualquier información, ya que estoy de acuerdo que todo dato debe darse a conocer.
Siempre creo que las soluciones en salud y sobre todo en su gestión, están en aprender a trabajar en equipo dialogando, por el bien de los pacientes, a los cuales por el solo hecho de haber elegido ser médico debemos responder de la mejor manera, sin ponernos por encima y garantizando las mejores condiciones, las cuales ya las solicitamos y por las cuales esperamos y necesitamos urgente RESPUESTAS.

Marina del Pilar Villagra
Médica Espec. Tocoginecología