Sr. Director:

De visita nuevamente en la hermosa ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, pude comprobar que mucho avanzó en materia de turismo, pero sigue adoleciendo de algunas cuestiones básicas que son fundamentales para la gente que, como yo, hace muchos kilómetros para ver a la Virgen del Valle en la Catedral. Si bien sigue siendo uno de los principales atractivos que tiene la capital de su provincia, no es menos cierto que también hay otros edificios muy lindos, como el Convento de San Francisco, en donde estudió el Padre Esquiú, o el Seminario, que tengo entendido fue remodelado recientemente a nuevo. El motivo de esta carta es sumar un aporte que tiene que ver con que no hay una propuesta turística que integre todos los edificios de valor religioso y cultural para armar un circuito que permita a los que no vivimos de Catamarca -o quizás para ellos también- conocer la historia que hay detrás de esos monumentos, que es siempre interesante.
Pongo por ejemplo lo que sucede en Buenos Aires, en donde desde hace varios años hay tours y guías especializados en los recorridos por las edificaciones más emblemáticas, que son principalmente tomadas por los extranjeros. Uno de los más exitosos recorridos es el que tiene lugar en el cementerio de la Recoleta, en donde se puede ver en forma permanente contingentes que quieren ver la tumba de Eva Perón, pero también acceden a los exquisitos mausoleos -verdaderas obras de arte- como los de la familia Noble, Leloir, Anchorena, etc. Se trata de recursos que generan muy buenos ingresos sin prácticamente ninguna inversión.
Hablaba de una propuesta y es que se capacite a personal de turismo para que puedan ofrecer caminatas por iglesias y museos catamarqueños, dado el tamaño amable de la capital. Redundará en beneficio de los visitantes y de las arcas de la gente local.
Sin otro particular.

Mateo Puenzo
CABA