Más allá de la actual coyuntura que se presenta desfavorable para el sector minero, reflejada básicamente en la caída de los precios internacionales de la mayoría de los metales y en problemas de financiamiento para las empresas junior de exploración de Canadá, Australia y EE.UU, el sector viene creciendo sostenidamente en la última década y el año 2014 con la puesta en marcha de 4 nuevos proyectos mineros se presenta como un nuevo punto de inflexión en la senda de crecimiento y consolidación de este nuevo sector productivo que apenas cumple 20 años desde que se dictaron las nuevas leyes mineras argentinas, que permitieron el despegue de la gran minería, poder insertarnos en el contexto internacional como país atractivo a las inversiones mineras y poder competir con países latinoamericanos con más de 100 años de tradición minera como son Chile, Perú y México.
Los últimos 10 años muestran un avance más que significativo del sector que se ve reflejado en variables como cantidad de proyectos mineros en desarrollo que pasaron de 18 en el año 2003 a 613 en la actualidad, en los niveles de producción que se multiplicaron por 10, en la mano de obra (directa e indirecta) que en el mismo período pasó de 79.000 a 500.000, en los metros de perforación de 126.000 metros a 1.250.000 y las exportaciones que pasaron de los u$s 1.000 millones a u$s 5.300 en la actualidad.
Veamos cuáles son los proyectos que en este momento están en construcción con puesta en marcha el año próximo y que marcarán un nuevo punto de inflexión en la senda de crecimiento y consolidación del sector minero argentino.
Cerro Negro: Proyecto de oro/plata en la provincia de Santa Cruz a cargo de la empresa canadiense Goldcorp. Inversión: u$s 1350 millones. Producción: 525.000 onzas/oro/año y 2 millones/onzas/plata/año. Vida útil: 12 años.
Pascua-Lama: Primer proyecto binacional del mundo de oro/plata desarrollado en Chile y Argentina (San Juan) a cargo de la empresa canadiense Barrick Gold. Inversión: u$s 8.500 millones. Producción: 800.000 onzas/oro/año y 35 millones/onzas/plata/año. Vida útil: 25 años. Posiblemente la puesta en marcha del mismo se retrase un semestre, ante recientes modificaciones planteadas a la empresa del lado chileno.
Potasio Río Colorado: Proyecto de potasio en la provincia de Mendoza a cargo de la empresa brasileña Vale. Inversión: u$s 6.000 millones. Producción estimada originariamente: 2,4 millones/ton/cloruro de potasio/año. Actualmente se encuentra paralizado en busca de nuevos socios y con puesta en marcha demorada.
Salar de Olaroz: Proyecto de litio/potasio en la provincia de Jujuy a cargo de la empresa australiana Orocobre (66,5%), Toyota Tsusho de Japón (25%) y la empresa estatal JEMSE de Jujuy (8,5%). Inversión: u$s 229 millones. Producción: 17.500 ton/carbonato de litio/año.
Don Nicolás: Proyecto de oro/plata en la provincia de Santa Cruz a cargo de la empresa inglesa IRL. Inversión: u$s 56 millones. Producción: 55.000 onzas/oro/año y 52.000 onzas/plata/año. Actualmente busca financiamiento nacional para iniciar la construcción del proyecto y ponerlo en marcha el año que viene.
Estos 5 proyectos mineros, de los cuales 4 se pondrán en marcha el año que viene representan una inversión estimada de u$s 9.235 millones (se computa el 60% de la inversión de Pascua-Lama para Argentina y los u$s 2.500 millones ya en Potasio Río Colorado).
Cabe destacar que estas cuantiosas inversiones se ejecutarán en apenas 4 años.
A todo esto, sin contabilizar importantes proyectos mineros con puesta en marcha prevista para los años 2015 y 2016 como:
Salar de Cauchari: proyecto de litio/potasio en la provincia de Jujuy con una inversión prevista de u$s 269 millones para la extracción de litio y u$s 45 millones en una segunda etapa para producir cloruro de potasio.
Lindero: Proyecto de oro ubicado en la provincia de Salta con una inversión prevista de u$s 213 millones.
Cerro Moro: Proyecto de plata/oro en la provincia de Santa Cruz con una inversión estimada en u$s 400 millones.
Y la futura concreción de grandes proyectos ya factibilizados como:
Agua Rica: Proyecto de cobre/oro/molibdeno en la provincia de Catamarca con una inversión estimada de u$s 2500 millones.
Sal de Vida S.A.: Proyecto de litio y potasio ubicado en el Salar del Hombre Muerto en la provincia de Catamarca con una inversión estimada en u$s 369 millones.
Pachón: Proyecto de cobre-oro-molibdeno en la provincia de San Juan con una inversión estimada en u$s 4.100 millones.
A todo esto, usted podría preguntarse por la participación del empresariado nacional en el sector, excepto honrosas excepciones todavía no terminan de digerir que Argentina posee un potencial minero de clase mundial y que en los próximos 20 años estaremos entre los principales países exportadores de cobre, oro, plata, litio, potasio etc. del mundo. Le cuesta al empresariado argentino asumir y enfrentar las características de la inversión minera que se refleja en el riesgo minero, los años de maduración de los proyectos y el lento retorno de las inversiones.
Pero volvamos al planteo inicial del artículo. Para instalar la idea de que el sector minero se presenta como uno de los sectores productivos más dinámicos de la economía actual, debemos contextualizarlo y hacer un análisis comparativo con otras ramas productivas. Por ejemplo, lo comparemos con la industria automotriz considerada como el sector industrial “más dinámico” y “estrella” del sector manufacturero argentino. Este sector está compuesto por 11 terminales automotrices y 400 autopartistas y ocupa de manera directa a 100.000 trabajadores.
Comparemos entonces dos variables que entendemos que son significativas para contextualizar nuestra afirmación, como son la inversión y el saldo de la balanza comercial sectorial, y analizar la dinámica de ambas ramas productivas.
Como habíamos apuntado, las inversiones del sector minero contabilizando solamente los 5 proyectos que se están desarrollando en la actualidad, (4 de ellos con puesta en marcha el año que viene) totalizan u$s 9.235 millones que se concretarán en 4 años (2011/2014) y si lo comparamos con el sector automotriz, éste invirtió unos u$s 3.400 millones en 5,5 años (2008/2013), un 37% de lo concretado por el sector minero y en un tiempo más prolongado.
Con respecto a la generación de divisas de cada sector, si bien la industria automotriz (terminales y autopartistas) exportó u$s 11.000 millones en el año 2012, registró un déficit de la balanza comercial del sector por u$s 6.815 millones, producto del déficit de las autopartistas por u$s 8.315 millones y el superávit de las automotrices por u$s 1.500 millones.
El déficit comercial también se manifiesta en el sector de la maquinaria agrícola, aunque con guarismos menores que llega a los u$s 385 millones.
El sector minero realizó en el año 2012 exportaciones por u$s 5.175 millones e importaciones por u$s 2.030 millones lo que nos da un superávit de la balanza comercial del sector por u$s 3.145 millones.
Con la puesta en marcha y maduración de los proyectos mencionados las exportaciones mineras están en condiciones de duplicarse en los próximos 4 años lo que redundará en cuantiosas divisas para el país. Dicho saldo favorable de la balanza comercial también se verá acrecentado por la política de sustitución de importaciones implementada por la Secretaría de Minería de la Nación desde el año 2011 con resultados positivos y que fuera imitada por otros sectores productivos, anticipándose a posibles restricciones del sector externo (escasez de divisas) originadas básicamente por el pago de deuda externa contraída con anterioridad al año 2003 y a la cuantiosa fuga de capitales que alcanzó los u$s 79.281 millones en el período 2007/20011.
Como vemos, ambas variables se presentan muy favorables para la minería, ubicándola como uno de los sectores productivos más dinámicos, de mayor crecimiento en los últimos años y con un presente y futuro promisorio.

Luis Manuel Álvarez
Lic. en Economía
Presidente de la Cámara Minera de Catamarca