Gran tristeza como cristiano y como padre me ha producido la noticia del trágico accidente donde perdiera la vida Sergio Rubén el “Chelo” Vega. Asimismo, haber leído comentarios en un diario local y a través de las redes sociales, con total falta de respeto por la vida de otra persona, haya tenido esta una vida errante, haya sido un santo, un pecador, o un excelente proyecto de boxeador. Me pregunto ¿cuántos “Chelos” Vega conviven con nosotros? ¿Cuántos más están y seguirán por el camino errado? ¿Cuántos más acaso perderán sus vidas? ¿Qué hacemos para rescatarlos del camino errado que han elegido, o el camino que la sociedad sin querer les marca? ¿Las decisiones en la problemática de inseguridad y delincuencia, acaso es la correcta? ¿Creando nuevas estructuras burocráticas (empleados en oficinas) secretarías, ministerios, comprando más y modernos patrulleros, uniformes, armas, palos o garrotes, dando empleo a más policías, con esto solucionaremos la problemática? La realidad dice tajantemente que NO.
Este también es un camino ERRADO. También he sido víctima tres veces de robos, pero aún así sigo creyendo en la recuperación de un joven, de un ser humano. Como docente durante 20 años, he aprendido que la ÚNICA solución para esta problemática es la formación y la educación. Derribar el paradigma de la tradicional escuela, y llevar en estos casos la escuela a las esquinas de los barrios, donde esperan muchos alumnos informales que quieren y necesitan enmendar su rumbo, necesitan una nueva vida, aprender en la escuela de la calle, donde no hay títulos ni acto de graduación. Donde es posible aprender un oficio y códigos de convivencia.
Me pregunto ¿cuántos hemos intentado apoyar este camino? ¿Acaso es una utopía? De ninguna manera, es algo muy factible de realizar. Más aún, se ha experimentado en otros países y ha dado excelentes e inesperados resultados. Convirtiendo los ex delincuentes en los guardianes celosos y eficientes de su barrio y comunidad, portando la coraza de un oficio y con códigos de convivencia en pro del bien común. No hacen falta más policías en las calles, hace falta menos jóvenes que delinquen en las calles. Ésta es la ecuación simple a resolver. No es una tarea fácil ni para improvisados. Recordado “Chelo”, te aconsejé que te alejaras del camino errado y enmendaras tu vida, en nuestro viaje a la ciudad de Tacna, donde te consagraste medalla de oro en boxeo categoría gallo, Judejut Perú 2004. Creo que fueron insuficientes mis consejos. Que Dios te ilumine y descanses en paz, querido “Chelo”.

Ing. Ricardo Velásquez Baca
Expresidente Comisión Municipal de Boxeo