Correo & opinión

Una ofensa al pueblo catamarqueño

viernes, 5 de julio de 2013 00:00
viernes, 5 de julio de 2013 00:00

Me dirijo a Ud. a los fines de solicitarle quiera disponer de un espacio para la presente en la sección “cartas al director”, mediante la cual quiero refutar algunos dichos irritantes de una legisladora de mi provincia en la que su obsecuencia y su fanatismo enfermizo hacia su patrón hizo que menospreciara y ofendiera al pueblo de Catamarca, que la eligió para que acondicionara legislativamente la sana convivencia y no para que su obsesión partidaria provocara el olvido y el respeto al pueblo. Esta legisladora, Silvina Acevedo, menosprecia no solo la moral de un pueblo sino también su libertad de elegir a sus autoridades en las próximas contiendas electorales, en esta nota en un diario lugareño aparece declarando muy suelta de lengua “acepten lo que el FPV dé en la campaña pero voten con la cabeza” (¿?).
Quizás no esté a la altura intelectual de esta legisladora porque soy un simple empleado municipal, casi sin instrucción porque no pude estudiar, ya que desde muy niño tuve que laburar cada día y ganarme mis monedas, pero aún así estas declaraciones las entiendo y considero ofensivas para mí y creo que para el resto de los catamarqueños, ya que ella misma experimentó en carne propia, al igual que su patrón y todo el FCyS, el magnífico hecho de que este pueblo bendito ya empezó a votar con la cabeza y ese fue el resultado de que “su” FCyS con su patrón a la cabeza fuera derrotado por una ciudadanía que resolvió cortar las cadenas de los sentimientos que los esclavizaba y depositar el voto fruto del simple y maravilloso hecho de “pensar con la cabeza” eligiendo y depositando sus esperanzas en una mujer de pueblo. Por “votar con la cabeza” ese pueblo busca un cambio desde el triunfo del Frente Para la Victoria, a pesar de que su Frente Cívico manejaba a su antojo las dádivas. Pero no sólo eso, manejaba la soberbia (“tenemos Frente Cívico por 20 años más”. ¿Se acuerda de esas declaraciones?). Manejaba también a su antojo los nombramientos (fueron más de 5 mil. ¿Se acuerda?). Manejaban las inmensas sumas de dinero en cada campaña (¿se acuerda?). Votó con la cabeza, Sra. diputada. Ud. ofende al pueblo. Porque ese pueblo ya está maduro y sabe qué rumbo tomar y sabe de la hipocresía de Uds. que viven bien y que para nada les importa el bienestar del pueblo, mientras Uds. tengan el buen pasar de los enormes sueldos de sus dietas. Todo lo que hicieron, llámese dádivas, nombramientos espurios, alimentos desperdiciados, ineficiencia como funcionarios públicos y tantas cosas más no pudieron tapar tanta corrupción, por eso el pueblo tuvo que votar con la cabeza y liberarse de una situación que mas allá de los sentimientos era insoportablemente vergonzosa, ya no había visión de futuro y por eso hoy, nuestra gobernadora tiene que lidiar con los estigmas de un pasado que avergüenza y que sin el menor atisbo de sentimientos de culpas, no leí ni seguramente leeré autocríticas por parte de los que guiaron a una Catamarca y la obligaron a votar con la cabeza, el 11 de marzo de 2011. Este humilde empleado municipal se atreve y perdóneme la irreverencia, de dejarle un consejo: no hable más y así aportara mucho más a la obsecuencia hacia su patrón.
Abra los ojos diputada, mire al pueblo no a una persona que la encandila como lo es su patrón exgobernador. Trabaje para ese pueblo, ayude a que el cambio se haga realidad y transfórmese en una oposición seria, creíble y sin vender el humo que vendieron siempre, produzca en el seno de su casi inexistente partido político la autocrítica imprescindible para rectificar rumbos, conductas y objetivos. Entonces, sólo entonces Ud. tendrá la base moral para criticar a un pueblo que le elige constantemente para ocupar lugares de privilegios y mediante ese privilegio le permite a Ud. vivir tan bien, mucho mejor que ese pueblo al cual Ud. ofende tan descaradamente.

Juan Carlos Arroyo
El militante de la bicicleta

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