Hoy los catamarqueños estamos en la disyuntiva sobre si el organismo llamado ENRE debiera existir o no. Y mi humilde opinión es que sí. ¿Por qué digo esto? Para que defienda al sufrido usuario catamarqueño de los atropellos de la EC SAPEM, porque tiene operarios y gerentes nefastos para los clientes de tal empresa. Por ejemplo:
1 – A una señora con un hijo discapacitado que se está divorciando y que la están desalojando de donde vive, la EC SAPEM quiere cobrarle 10.000 pesos de energía y que pague $ 5.000 y lo otro en cuotas, de lo contrario le suspende el servicios de energía, o si no presenta un recibo de desalojo.
2 - El suscripto le transfiere a su hija la titularidad de la energía presentando todos los papeles que piden –me faltaba la abuelita que no tengo-, todo en regla. Pero, oh sorpresa, como no encontraban el domicilio, $1.700 de energía. Pregunto: ¿Por qué tengo que pagar lo inútil que son, si yo quiero eficiencia? El suscripto dijo en un escrito anterior que le perdonaba a la DECA y Agua y Energía y que vuelvan. Y que echen a los Taselli.
Por lo expuesto en esta nota, debe existir el ENRE por más que sea del Estado. Si no, entonces no debería existir ni la Dirección de Trabajo, la oficina de Defensa Al Consumidor, etc. etc.. Si tiene alguna falla el ENRE, que la señora gobernadora lo mejore. Y no querer cerrarlo y dejar a muchos catamarqueños en la calle. Tiene su razón de ser. Si no diremos como en la serie del Chavo del 8 “¿Quién podrá ayudarnos?”.

Ramón Peschiutta