Correo y opinión

51 años con el canto

martes, 20 de agosto de 2013 00:00
martes, 20 de agosto de 2013 00:00

El día 12 de agosto fue un día de gloria para nuestra música folclórica. Ese día “Los de Catamarca” cumplieron 51 años con el canto. Estos artistas nunca buscaron la gloria, sino que su canto llegue a la gente, a los pueblos, porque hay cosas que se agigantan cuando un pueblo consagra a sus artistas. Hay que admirarlos, imitarlos, tomarlos como ejemplo, aplaudirlos; la luz que alumbra el corazón del artista es una lámpara milagrosa que el pueblo usa para encontrar la belleza en el camino, la soledad, el miedo, el amor y la muerte.
Cada año que pasa comprobamos que a “Los de Catamarca”, en medio de la alta sonoridad por la que fatigan sus días, los escolta el silencio; no como ausencia, sino como la moldura ideal sobre la que prosperan sus pensamientos. Solía decir una antigua cita: “cuando hables, procura que tus palabras sean mejor que tu silencio”. Marcelo Amador, Pipo Ávila y Carlos Barrionuevo saben que el silencio es profundo, como la eternidad y el discurso superficial, como el tiempo.
La cantidad no significa calidad. Esta es una frase que no por ser remanida pierde actualidad. Observamos con pavura la cantidad de “inventados” que hay en la danza y en el canto. Hay muchos que, alentados por falsos triunfalismos, siguen andando y obstruyendo el camino de aquellos que quieren hacer bien las cosas y que trabajan y se preocupan por aprender, como Atilio Suárez, Flavia Rocha, Florencia Tula, La Troya, el Chango Carrizo, Los Cantores del Norte, José Alberto Ferreyra, Alberto Arón, Los del Monte, Los Grillos, Dalma Robles, entre otros. Todos tienen derecho a participar, lo único que se pide es idoneidad o capacitarse para hacer lo que se quiere hacer.
Cumplir 51 años con la música popular merece nuestra admiración y respeto. No es fácil construir 51 años de andar caminos de trascendencia y de permanencia. ¿Cómo se logra eso? Se logra porque “Los de Catamarca” tienen conceptos claros, en el sentido de que hay dedicación permanente y hay una identidad muy fuerte, que es el hecho de ser catamarqueños. Ellos han logrado un sonido que, a través del tiempo, ha logrado ser una marca registrada y no ha perdido de vista la evolución de las cosas. También dan la proyección de que son laburantes de la música y creemos que eso hace que estén permanentemente pendientes de lo que deben ofrecer para no perder de vista los cambios que van generando a través de las nuevas generaciones. Este conjunto trabaja mucho en función de hacer respetar esta idea, de hacer respetar el sonido y de estar siempre cerca de lo que está ocurriendo en todo momento sobre el canto popular.
Los grandes referentes del folclore catamarqueño, como Atuto Mercau Soria, Carlos Acosta Villafañe, Margarita Palacios, Manuel Acosta Villafañe, Polo Giménez, Selva Gimena, entre otros grandes lugareños, son los que les han marcado un camino y los que les enseñaron a dignificar este género. “Los de Catamarca” tienen la obligación y la necesidad de apoyar a los nuevos valores, pero requiere un compromiso con esta música, con los nuevos valores jóvenes. Todo esto es muy necesario para la prolongación del género.
A “Los de Catamarca”, en sus 51 años con el canto, le decimos muchas gracias por la música y el aporte generoso que le hacen a nuestra cultura.


Rolo Fernández

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