Elecciones, encuestas y manipulación
Es muy evidente que los números de las encuestas a Clarín no le cierran, y hace fueeeerrrrrza para que su actual candidato para 2015 -Massa- “arrime el bochín” aunque más no sea mínimamente en las PASO del próximo fin de semana. Por las muy, pero muy marcadas limitaciones de toda índole existentes en su anterior candidato presidencial -Macri-, parecería que ya se convenció que posiblemente ni Juliana Awada -su esposa- lo vaya a votar en 2015. Magnetto se sigue preguntando cómo hizo para llegar a ser ingeniero, cómo aprobó cada una de las materias. La respuesta es muy sencilla: “Gajes de la educación privada”. Por algo se trata de un negocio. Como toda “merca” se negocian hasta los títulos, de otro modo no se entenderían sus incoherentes y guturales respuestas a cada requisitoria periodística, evidente ignorancia de los más variados temas que lo lleva a superar -lamentablemente para él- a su más fiel admiradora Susana Giménez .
Días atrás y en la web salió un interesante estudio (Martín Romeo, @queruzo, “Queruzo Investiga” en Twitter) sobre los “intencionados” errores existentes en el muestreo tomado como referencia por “poliarquía” para vendérselos a La Nación, y los “detalles” para nada desdeñables que se “obvian” a la hora de publicar los resultados de “las encuestas”. Al estudioso (@queruso) de los “guarismos” que publicó ese matutino el domingo pasado, donde “objetivamente” reconocía que Insaurralde había “achicado” la diferencia que Massa le llevaba en las mediciones, el resultado le marcaba un “empate técnico”, con sólo tomar de los porcentajes los márgenes de error del muestreo (en el estudio había también otros datos del universo de los encuestados que lógicamente llamaban mucho la atención y que por lo general los incautos lectores desconocen).
Las encuestas no sólo no son infalibles sino que la mayoría de las veces -y con el monopolio de medios de comunicación en la mano- son perversas por lo fáciles de manipular y por ende útiles a la hora de mentir. Históricamente esto es fácilmente demostrable. Con sólo acudir a una hemeroteca de cualquier biblioteca importante y rastrear los archivos alcanza. Pero ellos saben que el común de los mortales esto no lo hace, por consiguiente siguen utilizándolo como un buen recurso. Esto fue y sigue siendo así porque tanto los responsables de La Nación como de Clarín han “operado sobre la opinión pública”, según haya sido la proximidad o lejanía de sus intereses que el poder político de turno tuvo -o tiene- en cada momento de nuestra historia.
En estos casos y ocasiones, parecería que existe mucha tela para cortar cuando de encuestas se trata. El juego tiene un solo destinatario: la clase media. Pero la realidad viene indicando otra cosa y muy clara: la parte politiquera de la “tela” está mostrando que los muchos y variados “opositores” que juegan en contra del kirchnerismo también son víctimas de las jugadas del grupo monopólico. El juego de la polarización poniéndolo a Massa como punta de lanza también los deja afuera de lo que se dirime en esta oportunidad y con miras a 2015, que para Clarín no son casualmente las “instituciones” sino sus intereses. Margarita Stolbizer lo marcó inocentemente en un programa de televisión al señalar las preferencias del grupo monopólico por Massa. Los disparates que se escuchan de boca de los que se oponen al kirchnerismo por derecha (la mayoría) y por izquierda (que pelea por mojar el “pancito” en el “tuco” del parlamento aunque más no sea), no dejan de hacerle un gran favor al oficialismo. De allí, y como dijimos en elecciones anteriores desde estas mismas páginas web, surge ver a un Clarín “al borde de un ataque de nervios”. La denuncia contra Víctor Hugo Morales del mismísimo Magnetto muestra los primeros manotazos de ahogado.
Desde hoy y hasta el jueves a las 24 horas (luego vía internet hasta el domingo a las 8 de la mañana) el poder monopolizador no dejará de defecar en diferentes medias con agujeritos y mandará a su plantel de serviles periodistas a que las revoleen contra la Casa Rosada desde los diferentes medios de su propiedad. Los políticos de la oposición ya están siendo salpicados pero es tan grande el tamaño de los egos y las ambiciones que los envuelve que sólo atinan a sacudirse el lastre fecal que les cae y siguen como si nada les hubiese caído. Tanto lo de Pino y Carrió como el rejunte del “peronismo federal”, Redrado y Donda, Lousteau-Cobos-Gil Lavedra, Rodríguez Saa-Cavallo y el “polifacético” Binner, y si se los evaluara por los spots publicitarios televisivos, no sólo dan lástima sino pena, pena por la degradación que siguen haciendo de la política nacional.
En todo caso, las urnas del próximo domingo dirán si Clarín y La Nación tuvieron éxito o no. Las encuestadoras saldrán con las harto conocidas explicaciones de éxitos y fracasos, y comenzarán a trabajar en su próximo negocio, que tiene fecha 2015.
Por Pedro del Arrabal
(*) Columnista de EL EMILIO