Por  Guillermo Nazareno

El gobierno de Mauricio Macri empeoró  la cuestión económica y social con relación a cómo estábamos en Diciembre de 2015: la inflación, la pobreza y el desempleo aumentaron y estamos con recesión, cada vez producimos menos. Con el agravante, además, que la actual administración aumentó el endeudamiento  del Estado en 140 mil millones de dólares, deuda que genera una elevada cuantía de intereses, siendo ésta mayor al importe de sueldos que abona.

Ante el fracaso de las políticas implementadas por el Gobierno nacional para reducir la inflación (primero anclar el dólar, luego subir la tasa de interés) se recurre ahora a que la cantidad de moneda en circulación (base monetaria) no crezca, es decir, no se emite más moneda, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) detrás, quien aportó una importante cantidad de recursos que de otra manera el gobierno hubiera entrado en cesación de pago.

La nueva política monetaria impuesta por el FMI para reducir la inflación y evitar que el dólar escape, implementada por el sucesor de Dante Caputo, Guido Sandleris, consiste en no emitir moneda y, además, subir los encajes bancarios (dinero que los bancos deben tener inmovilizados) a través de la colocación de bonos Leliq (Letras de Liquidez) que dan elevadas ganancias a los bancos.

Esta política es muy dura para las pequeñas y medianas empresas (pymes) porque, por un lado, con emisión monetaria cero y con una inflación proyectada por arriba del 20% se reduce la cantidad de moneda en circulación, en términos reales, profundizándose  la recesión y, por otro lado, por la suba de encajes los bancos dejan de prestar al sector privado y le prestan al Banco Central a tasas de interés altísimas llegando al 74,10% anual a través de las Leliq. Las pymes venden menos y, además, no tienen acceso al crédito para pagar el capital de trabajo. Es decir, un fortísimo ajuste dirigido a las pymes y, a la vez, con grandes transferencias de ingresos en favor de los bancos.

Recordemos que las pymes son las grandes generadoras de empleo y con esta política la tasa de desempleo, que ya viene aumentando, puede crecer hasta “niveles que sean políticamente insostenibles”, tomando las palabras del economista argentino Guillermo Calvo, profesor de la Universidad de Columbia de EEUU.

En conclusión, podríamos afirmar, en principio, que el gobierno de Mauricio Macri pone en marcha una política monetaria inviable por los altísimos costos sociales que ella generara si bien cuenta a su favor que la gran mayoría de medios de información pública (canales de tv, diarios, radios) y una parte importante de los dirigentes sindicales  jueguen apoyándolo.