Según el diccionario de la Real Academia Española, “corrupción” en las organizaciones, especialmente en las públicas, es la práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.

Es común que todos asimilemos el término sólo con la práctica realizada por los administradores de la cosa pública corrompidos, con los políticos particularmente, y no con la realizada por los actores de la parte privada que corrompe; siendo que ambos son las dos caras de la misma “moneda corrupción”.

Esta práctica aberrante es un mal estructural en nuestro País, se encuentra arraigada no sólo desde larga data sino desde épocas fundacionales (nacimos del contrabando en la Buenos Aires colonial) y es sin duda un vicio de toda nuestra Sociedad; pero principalmente de la política y de grandes poderes económicos. No de todos claros está, los habrá políticos que no “vivan” sobrada y eternamente de la política, tengan convicciones firmes e intenciones reales de servir al prójimo y no sean permeables a estas prácticas como también los habrá grandes empresarios honestos.

¿La corrupción lo explica todo?

La gran pregunta es: ¿La corrupción (y algunas otras cuestiones) explica la complicada situación económica y social que sufrimos todos hoy? o ¿algo habrá hecho el actual Gobierno? La corrupción por ejemplo; ¿explica la escalada inflacionaria?, ¿explica la gran timba financiera generada?, ¿explica la caída en la industria, en el comercio y en el consumo en general?, etc., etc., etc. En resumen: ¿La corrupción lo explica todo?

Para intentar una respuesta vamos a hacer un juego que llamaré: “Si yo asevero que, muchos contestan…”; donde detallaré una serie de políticas económicas que implementó el actual Gobierno con sus consecuencias y veremos que contestan muchos (incluido el principal exponente de este Gobierno, nuestro Presidente).

Si yo asevero que:

1. “La liberación del Tipo de Cambio” ya provocó una pérdida de valor del peso argentino respecto al dólar del 226 %; que entre otras consecuencias, como la de otorgar grandes ganancias a sectores concentrados y poderosos de nuestra economía (generando una redistribución regresiva del ingreso), ha generado una escalada inflacionaria fortísima que menoscaba el poder de compra de toda la población argentina.
2. “El haber elevado las tasas de interés y desregulado el mercado de capitales” provocó una obscena “Timba Financiera” en beneficio casi exclusivo del sistema financiero nacional e internacional; haciendo pagar a nuestro Estado fortunas en intereses, encareciendo el crédito y la inversión que afectan a las actividades productivas, a la industria, al comercio, a las Pymes, etc. y generando desempleo.
3. “El haber dolarizado los precios internos de nuestro petróleo y gas (por ende el de la energía también)” y “quitado subsidios universales”, en claro beneficio de Petroleras y Empresas “amigas” prestatarias y distribuidoras de esos recursos naturales; elevaron por las nubes el precio de los combustibles y las tarifas de los servicios públicos esenciales para la vida de todos y de nuestra economía (echando mucha más nafta al fuego inflacionario).
4. “La eliminación de aranceles y liberación de los controles aduaneros y cambiarios”, provocaron una apertura importadora indiscriminada de bienes industrializados (terminados) que genera un déficit comercial externo monstruoso y permiten el atesoramiento y una gran fuga de dólares y que destruye a nuestra industria y comercio; generando una fuerte caída en la producción nacional y en el desempleo.
5. “La toma de muchos (pero muchos) millones de dólares de deuda externa improductiva”, ya que fue destinada para financiar records históricos de fuga de divisas y de déficits gemelos (de comercio exterior y fiscal) y no a inversiones o a incrementar la capacidad productiva de nuestro País; que generan (otra) fortuna en pago de intereses y comisiones, que incrementan fuertemente el déficit fiscal y condicionan nuestro Presupuesto Nacional destinado a obra pública, salud, educación, ciencia y tecnología, transporte, etc.
6. “La eliminaron las retenciones a la exportaciones de todos los cereales (se redujeron las de la soja), minerales, petróleo, etc.” lo que provocó que nuestro Estado dejara de recaudar grandes cantidades de dinero de manera progresiva y que se les otorgara grandes rentabilidades al complejo agroexportador concentrado, a las mineras, a las Petroleras, etc.; además de encarecer fuertemente la canasta alimentaria de todos los argentinos.
7. “La aprobaron Reformas Previsionales e Impositivas”, que perjudicaron a todos los beneficiarios de la seguridad social afectando sus ingresos y que beneficiaron a empresas con baja de impuestos y aportes a la seguridad social.
8. Etc., etc., etc.

Muchos contestan:

1. “¡Pero si el Gobierno anterior se robó todo!” (y ahí nomás se estigmatiza, se desacredita y no se diga más).
2. “¡Pero si el Gobierno anterior se robó todo!”, y tantos otros agregan por ejemplo: “¡y era populista y había un Cepo que no nos dejaba ser libres!” (gritando muy encolerizados).
3. “¡Pero si el Gobierno anterior se robó todo, era populista y no sólo había un Cepo que no nos dejaba ser libres sino que íbamos camino a ser Venezuela!” (cerrando fuertemente la puerta tras de sí).
4. “¡Pero si el Gobierno anterior se robó todo!” y continúan los etcéteras.
5. “¡Pero si el Gobierno anterior se robó todo!” y continúan los etcéteras.
6. “¡Pero si el Gobierno anterior se robó todo!” y continúan los etcéteras.
7. “¡Pero si el Gobierno anterior se robó todo!” y continúan los etcéteras.
8. “¡Pero si el Gobierno anterior se robó todo!” y continúan los etcéteras.

Podrán encontrar más ejemplos (por si desean conocer más políticas, sus consecuencias y seguir figurándose) en el versión Digital del Diario. Como verán el dominador común de lo que “muchos contestan”, ante cualquier planteo fáctico que se les haga, es que la culpa (absoluta) de todo es la corrupción, el “se robaron todo” (¡la gran excusa!). No existiendo margen alguno de discusión, simplificando así cualquier análisis y reflejando no sólo un marcado “fenómeno de disociación” entre las verdaderas causas que explican la nefasta realidad actual y los fundamentos que se esgrimen para justificarla; sino además, un asombroso “fenómeno unidireccional”, ya que todos ellos se refieren sólo a una de las caras de la “moneda corrupción” olvidando por completo la otra cara, la que hoy nos gobierna y funde a ambas en una sola. El porqué de estos fenómenos lo dejo para el análisis personal de cada uno.

De los dos lados del mostrador

Abro paréntesis. ¿Por qué digo que hoy se funden en una, las dos caras de la misma moneda? Los invito a que se informen sobre cuál es la familia abanderada de la llamada “Patria Contratista” y busquen por favor, como botón de muestra: empresas a las cuales se estatizó su deuda en la época de la dictadura (es decir que pagamos todos); que empresa estuvo involucrada en el escándalo de corrupción por las cloacas de Morón; quienes eran los dueños de “Sevel” que estafó al fisco contrabandeando autopartes; a quienes se le privatizó el “Correo Argentino” que fue vaciado y se adeudan fortunas al Estado; quienes están implicados en escándalos mundiales por casos de corrupción con la empresa brasilera “Odebrecht” o por casos de evasión por la filtración de los “Panama Papers” con cuentas (offshore) en paraísos fiscales no declaradas; el primo hermano de quien, dueño de una empresa familiar, es el arrepentido en libertad que confesó el pago de coimas; etc., etc., etc.; cuando asimilen todo con el apellido del Jefe de Estado que hoy dirige los destinos de nuestro País comprenderán el porque de lo que digo. Cierro paréntesis.

Más allá de la indignación no hay que perder de vista

Sin dudas que donde vemos que existe una necesidad o un derecho no satisfecho y pensamos que el dinero de todos robado por la corrupción de funcionarios públicos, políticos y privados los hubieran cubierto o satisfecho; nos genera no sólo una profunda indignación sino que nos lleva a pensar que así no se puede seguir y que nada más importa. Pero tenemos que tener presente que más allá de la indignación y de todo y lo mucho que nos falta por la corrupción estructural que sufrimos en todos los poderes del Estado y en las administraciones Nacionales, Provinciales y Municipales, etc. existen medidas de política económica que marcan el rumbo de nuestra economía y que afectan directamente e indirectamente a nuestro bienestar, a nuestra calidad de vida y a nuestros derechos como ciudadanos; que hay que conocer, comprender y que no podemos perder de vista.

Allanamientos y la gran excusa

En estas épocas cada vez más dolorosas y por ende de mucho “show” (esta semana, los allanamientos a las propiedades de la ex-presidenta se llevaron la agenda mediática), me despido con el profundo deseo de que todos los que hayan cometido o estén cometiendo algún hecho de corrupción (desde nuestro Presidente y ex-presidentes hasta el funcionario público de más bajo nivel y desde el privado dueño de una multinacional o de una gran empresa constructora cartelizada de obra pública hasta la más pequeña Pyme) sean condenados por una justicia imparcial e independiente a muchos años de prisión, devuelvan lo mal habido y, si la misma lo dispusiera, vamos todos a atarlos al mástil de una plaza a tirarle piedras (más allá del sentido figurativo, seré uno de los primeros en llegar con varias en los bolsillos) pero mientras tanto (¡por favor!) que el “árbol no nos tape el bosque”, que la corrupción no sea la gran excusa de lo que se está haciendo y sus lamentables consecuencias.